sábado, 26 de diciembre de 2009

¿SOY SINCERA O TENGO MIL CARAS?

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Desde pequeña he oído frases como: “Ese no es de fiar, tiene dos caras”, “Sí, sí, con nosotros muy amable, pero…”, “Yo me muestro siempre como soy, delante y detrás”. Cuando escuchaba estas afirmaciones me sentía el ser más falso que pisara el firmamento. Porque yo no tenía dos, sino mil caras, y las que fuesen necesarias: la cara de hablar en público, la de estar con mis amigos, la que mostraba ante el chico que me gustaba, la que ponía en el baño del espejo, la que regalaba a mis abuelos… Todo dependía del momento y la compañía. Por ejemplo, jamás se me habría ocurrido hablarles a mis padres con el mismo lenguaje y desenfado que a mis amigos, o contarles las mismas cosas. Yo misma había presenciado cómo mi padre hablaba en la intimidad de su jefe con unas palabras y gestos muy distintos a los que usaba ante él. O incluso llegué a ver cómo mis mayores ocultaban algún dolor físico para no preocupar al resto de la familia. Se me ocurre que tal vez confundamos la sinceridad con la mala educación. He llegado a la conclusión de que aquello de “yo soy siempre el mismo” es sencillamente mentira y estúpido. A no ser que con ello queramos decir “yo intento ser siempre honesto contigo y darte lo mejor de mí”, cosa muy diferente. Creo que todos nacemos con un actor en potencia dentro de nosotros, mera supervivencia, desarrollarlo es una muestra de inteligencia y no de falsedad. Ya quisiera yo que muchos de los que fueron sinceros hubiesen contenido sus exabruptos para evitarme dolor. ¿No es esto un acto de amor? Con el tiempo me ha dado cuenta de que todas esas caras soy yo.



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23 comentarios:

Paco Alonso dijo...

Tienes mucha razón amiga, desde pequeños ya nos estamos vendiendo, nuestra sonrisa, nuestros sollozos para que nos den alimento, el pecho, nos cambien el pañal, y así continuamos cambiando de gestos, de cara, actitud. Cada una de las necesidades implica una cara distinta, de enfado o alegría según nos va.

Gracias por compartir.

Cálido abrazo.

Mercedes Pinto dijo...

Gracias a ti por ampliar mi entrada con tanta inteligencia.
Un abrazo.

pepe pereza dijo...

Y tanto, mil caras me parecen pocas. Yo termine siendo actor, y lo fuí durante más de quince años.
Besazo

Anónimo dijo...

Desde tu primera entrada sabia que este glog seria interesante, pero ahora dia a dia lo estoy comprabando, chapo por ti.
Santiago

Verónica O.M. dijo...

Particularmente soy muy sincera, pero claro eso no quita de que en ocasiones, tenga alguna cara de las que hablas. Pongo un ejemplo:
tengo una preocupación, si me encuentro con una persona, le ofrezco un buenos días, como estás?
no le voy contando lo triste que estoy, le ofrezco una sonrisa de oreja a oreja, la otra persona pensará, mira que feliz está? Así es todo, mas o menos. Pero se hace por educación, la otra persona no tiene que pagar, lo que tu en ese momento sientas. A no ser que tengas mucha amistad o cariño, aquí la cosa ya cambia.
Indudablemente, hay personas muy falsas, pero lo detectas rápido, yo por lo menos me doy cuenta pronto, ya que soy muy observadora.
Un besooo

Guido Finzi dijo...

Más que tener mil caras, uno es visto de muchas maneras distintas por los demás. Y de eso es que nos conformamos; de la suma de todas esas interpretaciones ajenas.
En lo que a nosotros mismos se refiere, creo que nunca terminamos de conocernos del todo.

Un saludo.

PD: Las fotos me hicieron recordar a José Coronado (Jóse como dice él), que haga de lo que haga, siempre pone la misma cara.

Mercedes Pinto dijo...

Para pepe pereza:
¡Fuiste actor durante quince años! Entonces, tú mejor que nadie, conocerás este tema en profundidad.
Un abrazo

Mercedes Pinto dijo...

Para Anónimo (Santiago):
Espero no decepcionarte y que sigas visitándome. Gracias por tus palabras de ánimo.
Saludos

Mercedes Pinto dijo...

Para Verónica:
Por supuesto que poner buena cara cuando te sientes mal es un gesto de afecto hacia tu prójimo. Hay muchas persona que se pasan el día diciendo "Yo soy así, no tengo dos caras", pero en realidad lo que te dicen es "No voy a guardarme mi mal humor porque ni por ti ni por nadie"
Besos

Mercedes Pinto dijo...

Para Guido Finzi:
Es cierto que en muchas ocasiones los más sorprendidos de nuestra reacción somos nosotros. Creo que nos vamos conociendo conforme pasan los días. Sabemos como reaccionamos ante las situaciones vividas, pero hay tantas por vivir...
Es verdad lo de José Coronado, siempre pone la misma cara, y fíjate, el exitazo que tiene como actor.
Un abrazo

Unknown dijo...

Estoy totalmente de acuerdo contigo.

Todos tenemos mil caras, pero no solo es cuestión de sinceridad o hipocresía, también depende de otros factores. Pues partimos de la base de que no hay una personalidad igual a otra y de que no se tiene igual libertad de expresión con todo el mundo, sea por educación o por lo que sea. Es por eso que yo creo que no es posible tratar a todo el mundo de la misma forma, hay que saber adaptarse, igual que los demás se adaptan a un@, y no por eso estamos siendo más o menos falsos.

Puede ser un acto de amor si lo que se pretende es mantener a tu lado y/o cuidar a alguien que necesitas sentimentalmente en todas las formas posibles, o instinto de supervivencia si se trata de "hacer contactos" para llegar a lo más alto o simplemente quedarte donde estás.

Un beso

Mercedes Pinto dijo...

Para Andrea:
Gracias por tu visita y por ampliar mi entrada.
Espero volver a verte.
Felices fiestas.

Anónimo dijo...

Cuan hipocritas somos, no crees?
pero bueno, esto forma parte del dia, a dia.
Como siempre, tu Mercedes tan genial.Bsossssssss
LAURA

Mercedes Pinto dijo...

Sí que lo somos, vivimos la cultura de la hipocresía, es difícil escapar a esta plaga.
Gracias por tus visitas.
Un saludo, y que el año próximo te traiga todo lo bueno.

Crimentalista dijo...

Sinceridad tal vez sea adoptar una máscara que convenga a ambas partes en un diálogo, sin que sea la mejor para uno u otro. Pero se adoptar o se ponen máscaras a veces sin pensarlo, sin sentirlo: cada segundo nos cambia y nos esforzamos en ser el mismo aunque según algunos autores lo único que permanece son ciertas manías y un nombre que nos dieron al nacer.

Un abrazo del que hoy soy para quien allá escribe. Que mañana nos encontremos con un abrazo.

Felices fiestas.

A

Mercedes Pinto dijo...

Para crimentalista:
Por mucho que nos esforcemos en ser siempre la misma persona, no es posible, porque cada minuto de nuestra vida nos cambia y porque también cambian los que nos miran.
Un abrazo y feliz año.

Manuel dijo...

¿Quién es más auténtico el doctor Jeckyll o Míster Hyde? Probablemente ambos. Alguien absolutamente bueno debe ser casi tan insoportable como alguien absolutamente malo.
Te recomiendo una lectura: "Nuestros antepasados" de Italo Calvino (Alianza).
Bienvenida a "Días intensos"; ya no podrás salir.

Mercedes Pinto dijo...

A Manuel:
Tomo nota, de tu pregunta y de la lectura que me recomiendas; sospecho que será muy interesante.
Llevas razón, "Días intensos" no es un blog cualquiera.
Saludos.

astroland dijo...

Creo que tambien depende del estado de ánimo en que te encuentres.
Puedes tener una buena noticia y ese día eres diferente con la gente,
Eres mas expresiva, hablas por los codos y sientes que te comes el mundo.
Sin embargo puedes levantarte un día con optimismo y con solo una noticia inesperada acompañada de algún problema cambia todo, entonces es cuando nuestro rostro refleja la verdad de lo que tu eres, pienso que uno es como se siente, creo que las mil caras están hay, dependiendo de las situaciones sociales y de lo que te influye el día a día.

Mercedes Pinto dijo...

Para astroland:
Qué duda cabe que el estado de ánimo influye también en cómo te muestres hacia los demás, a veces, por mucho que quieras agradar te resulta imposible. Es más, hay situaciones que nos afectan tanto que nos sorprendemos a nosotros mismos.
Un abrazo, y feliz año.

Ricardo Miñana dijo...

Hola Mercedes acabo de leer tu texto, por cierto tienes imaginación, es verdad desde pequeños vamos aprendiendo a ser actores, a medida que vamos creciendo nuestro caracter y personalidad se van consolidando,
muy bonito e interesante texto,
un placer leerte.

Que tengas una feliz semana
un beso
RMC

Mercedes Pinto dijo...

Para RMC:
Gracias por tu visita y tus palabras. Por cierto, tengo que decirte que disfruté mucho tu entrada sobre el viejo piano.
Nos vemos. Un abrazo.

Anónimo dijo...

Anónimo, no sé a quién te refieres, pero esta entrada la escribí yo, Mercedes Pinto Maldonado, y te puedo asegurar que en mi vida he rondado a nadie, que no sé quién es Soledad y mucho menos tú y tu hermano.
Jamás he acosado a nadie ni tampoco me he obsesionado.
Deberías poner más cuidado en dónde dejas tus comentarios.