sábado, 21 de noviembre de 2009

LAS MENTIRAS DEL SISTEMA







Hoy toca, si cabe, el tema más peliagudo, a mi parecer, de todos los tratados hasta ahora: las mentiras del sistema. Es imposible comentarlas todas sin reventar el blog. Pero, como muestra, tocaremos el gasto de energía. Veamos: numerosas campañas a nivel mundial, sobre todo del mal llamado “primer mundo”, nos dan mil recetas para ahorrar energía. Bien, esto es loable y necesario, quién lo duda. De manera que desde hace años nos recomiendan:


—Comprar regletas para enchufar los aparatos eléctricos y apagarlas por la noche o cuando vayamos a estar cierto tiempo fuera del hogar, así ahorraremos tanto y cuanto de los numerosos pilotitos de colores que pueblan nuestra casa.

—Desenchufar los cargadores.

—Comprar electrodomésticos clase A.

—Poner el lavavajillas y la lavadora cargados a tope.

—Cambiar las bombillas tradicionales por otras de bajo consumo.

—Poner la calefacción y el aire acondicionado a una temperatura media de 22 grados.

—Acondicionar los cierres de puertas y ventanas para conservar las calorías y frigorías.

—… etc.
Seguramente a vosotros se os están ocurriendo mil ideas más.

Para el ahorro de agua más de lo mismo.

Bien, bien, todo esto está magnífico, cualquier ciudadano de bien hará lo posible por llevar a cabo tales recomendaciones. Pero yo, que como muchos de vosotros, pienso por mí misma, cavilando, cavilando, me doy cuenta de que me surgen mil preguntas, entre ellas estas:

—¿Si sigo estas normas cívicas cuánto me ahorraré? ¿Digamos… un quince por ciento al mes?

—Y si ahorro un quince por ciento al mes de mi sueldo ¿qué hago con tan suculenta cantidad al año?

—¿Me puedo meter en un préstamo o hipoteca para comprarme un buen coche o un pisito en la playa, por ejemplo?

—Y si decido adquirir tales bienes, con lo cual hecho una mano al consumo y reactivo la economía, ¿cuánta energía es necesaria para fabricar mi coche o construir mi segunda vivienda?

—Y, entonces, señoras y señores, si finalmente invierto mi dinero en bienes que consumen la misma energía que he ahorrado, esto del ahorro de energía ¿qué pantomima es? POR FAVOR ¿CONTESTADMEEEEEE?

A mí se me ocurre sólo una solución a tanto despilfarro, pero voy a dejaros que vosotros hagáis sugerencias en el blog. Las espero ansiosa.

Y luego pregunta mi editor, creyéndome una chica modosita, que por qué edité en Irreverentes.

17 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, soy jcpinto. Tal y como lo has puesto es dificil de contestar, yo te puedo decir que ese dinero que te ahorres no solo tiene porque ir a la compra de algo que origine gasto. Unque la verdad que lo mas provable es que inviertan el dinero en lo que tu has dicho. Mi duda es: ¿A quién conviene este ahorro de energía, solo a nosotros los que ahorramos?

Mercedes Pinto dijo...

Para J.C.Pinto:
Vamos a ver, este ahorro de energía debe beneficiar a: los fabricantes de bombillas, los de electrodomésticos, los de regletas, los de puertas y ventanas, los de coches, los connstructores... Todos ellos estaran engordando sus bolsillos a base de que sus empresas gasten la energía que nosotros ahorramos.
Ahora te pregunto: Si el dinero que ahorramos no lo volvemos a invertir ¿para qué puñetas ahorramos?

Curro dijo...

Pero vosotros creeis que se ahorra energia. Si es que se ahorra que lo dudo mucho, no es para favorecer el cambio climatico ( otra falacia ) ni para mejora de nuestros esquilmados bolsillos de la atracadora administración, sino para comprar y lo que es mejor cambiar las bombillas y todos esos elementos nuevos que han salido al mercado y hay que vender. Porque no dicen por poner un ejemplo que pongamos velas o carburos, figuraros asi si ahorrariamos. No se caliente Vd. la cabeza Doña Mercedes que no hay solución, la solución sería la contraria gastar cada vez mas, posiblemente asi se estudiaria el asunto desde otro punto de vista, ya se sabe las cosas para ponersen bien primero tienen que estar mal. Una cosa si esta clara al menos para mi, que paso de todo ese rollo y de tomar conciencia y toda esa tonteria progresista. Faltaria mas que pasara frio por ahorrar energia que parece que es lo que pretenden. Por eso este invierno voy a estar bien caliente porque pienso fundirme una central nuclear yo solo.

Mercedes Pinto dijo...

Para Curro:
Lo de las velas me ha encancado. Pero claro, la pregunta sigue ahí. Si dejo de utilizar la energía eléctrica, pongamos el caso, y ahorro equis euros, y se los llevo a mi amabilíiisimo banquero, orgullosa de mi proeza... pensemos... Ya, mi banquero lo invertirá en grandes empresas que, asu vez, fabricarán productos. ¡Y me huelo que necesitarán algo más que la llama de una vela, ¿no?!
Si no fuese tan triste, me troncharía de risa. Esto seguirá, creo que he dado con una posible solución, pero no le va a gustar a nadie, !a nadie!
Saludos desde Málaga

Curro dijo...

Y porque tengo que llevar mis ahorros al banco y no gastarmelo em mancebías, lupanares y casas de lenocidio. que la solucion es gastar a tope, verias copmo empezaban entonces a preocuparse de verdad.

Mercedes Pinto dijo...

Para Curro:
Naturalmente, cada cual que haga lo que le venga en gana. Pero déjame decirte que a parte de mancebías, lupanares y casas de lenocinio, hay otras maneras de gastar el dinero, que me estás preocupando. Por cierto, el tema de la prostitución me parece muy interesante y que tiene mucha miga, lo trataremos, me da que tienes mucho que contarnos.
De cualquier modo, esta es la cuestión: da lo mismo, hagas lo que hagas con tu dinero, este sistema se encarga de que se convierta en gasto de energía. Entonces: ¿cuál es la solución?
Un afectuoso saludo y mil gracias.

Verónica O.M. dijo...

A mí, lo que me hace muchísima gracia, es que se nos aconseje, que la calefacción a tantos grados, el aire acondicionado a cuantos. Ya somos grandecitos, el que mas y el que menos, tenemos juicio, me parece que nos tratan como a bobos. Si pongo la calefacción alta, sé que a parte del gasto, tan innecesario, que hago, me va a salir un salpullido, con lo que respecta al aire acondicionada, si lo pongo muy alto, seguro que cojeré una pulmonía. Así que señores mios, dejen de tratarnos, como a bobos, el que mas y el que menos sabemos pensar solitos, Solamente digo, que empecéis vosotros, a dar ejemplo.
El tema, la verdad es que se las trae.
Te mando 1 beso Mercedes

Mercedes Pinto dijo...

A Verónica:
Bien Verónica, muy bien dicho, que se apliquen primero el cuento ellos, que ya está bien de gastar el dinero en campañas, lo que tienen que hacer privarse de coger cada dos por tres el jet privado para hacer unas compritas en Harrods.
Gracias Verónica

Verónica O.M. dijo...

Si estamos, en un país libre, o por lo menos es lo que nos quieren vender, pues ahí van los comentarios, que son ni mas ni menos, lo que pensamos muchas personas. (la voz del pueblo, debería de ser escuchada)
Eso sería de-mo-cra-cia
1 besitooo

Mercedes Pinto dijo...

A Verónica:
Otro gallo nos cantaría si nos escucharan, pero claro el autismo parece ser una enfermedad que aqueja especialmente a los que tienen la sartén por el mango. Al final tendremos que armarla gorda para que lo entiendan, como siempre.
Un abrazo y gracias

Kharmen dijo...

Hay que ahorrar en todo y apretarse el cinturón. Estoy cansada de escuchar esos consejos.
¿Y lo de las bolsas de plastico que? Yo creí que dejariamos de usarlas por aquello de que no se pueden reciclar etc.etc. pero resulta que no van por ahi los tiros. Tu puedes tener tantas bolsas de plastico como quieras en el carro de tu compra, solo cambiará una cosa, las tendrás que pagar o comprarte media docena de esas que dicen que son "más ecológicas" O sea, negocio redondo lo mires por donde lo mires. Ahorran por un lado, ganan por otro.
¡Por Dios! ¡Por Dios! No me extraña que cada día haya por el mundo más mujeres y hombres con problemas de caida de pelo, no paran de tomarnoslo.
Besos

Mercedes Pinto dijo...

Para Carmen, pues, ahora que lo dices, a mi se me cae a manojos, y yo pensando que sería cosa del loco tiempo. Lo de las bolsas de plático da para hacer una trilogía, veremos en qué acaba todo esto.
Un fuerte abrazo

El hombre de boston dijo...

¿Y si te lo gastas en una bicicleta? ¿en libros como el tuyo? estoy de acuerdo contigo en el fondo de la cuestión que planteas, pero no en la forma.

Mercedes Pinto dijo...

Para "El hombre de Boston":
Tal vez, estimado "Hombre de Boston", no me haya explicado lo suficientemente bien. Con mi entrada quería evidenciar que cualquier producto de consumo tiene un gasto energético. Por lo tanto, daría igual que ahorraras en luz, por ejemplo, si sigues teniendo la moneda energética (dinero) para gastarla en otro artículo que requiere gasto de energía para su fabricación. Me gustaría que leyeras la próxima entrada, tal vez poco a poco nos vayamos entendiendo.
Un saludo desde La Costa del Sol

Anónimo dijo...

Alguien me puede decir que significa la palabra ahorro? ni en mi cabeza entra, y en mi casa y familia menos, y me refiero a toda clase de ahorros.

Mercedes Pinto dijo...

Para anónimo:
Ahorro, tal y como está montado el sistema, no significa absolutamente nada. Para cualquier familia media, ahorrar y mantenerse en el nivel necesario para ser socialmente aceptado es sencillamente imposible. Y, de conseguir tal proeza, tampoco sirve de mucho, unos pocos euros en el banco no son un seguro de nada, si acaso para paliar un par de meses difíciles. ¿Y si te quedas en el paro durante años, o el resto de tu vida, para qué sirven tus pequeños ahorros?

Jose C. dijo...

Perdón por el retraso, pero me quedé en esta entrada el día de su publicación y por unas cosas o por otras se me quedó pendiente. Y es que es verdad que es una cuestión complicada esta, pero después de releerme los comentarios no veo las soluciones propuestas, si es que las hay, porque quitando lo de gastarse la pasta en casas de chicas amables o actividades similares como las que tan cultamente nos ha relacionado Curro –que por cierto, creo que las tres definiciones significan lo mismo-, de armarla gorda y pedirles a cierto grupo de autistas que empiecen por aplicarse el cuento a ellos mismos, o invertir lo ahorrado en comprar una bici, no se me han quedado grabadas muchas más soluciones.

Para mí el problema energético es algo evidente y requiere nuestra atención de manera urgente. Puede que el hecho de que a finales de diciembre tengamos un clima más propio de un principio de otoño lluvioso sea un dato puntual y subjetivo, pero permitidme que le dé un margen de credibilidad a datos como el que la temperatura de la tierra se ha incrementado en algo más de un grado en los últimos años, en la desaparición de glaciares y pensar en esas previsiones desastrosas que aunque imprecisas respecto al cuando, son muy preocupantes, porque quizá nosotros, los de “cuarenta y tantos” no lo padezcamos, pero ¿los que vienen detrás …?

Pero claro, hay otro problema u otros problemas también gordos, estrechamente relacionados con el despilfarro de energía, y es que mueve dinero, mucho dinero y nuestro magnífico sistema económico se apoya en ello, muchas empresas y muchas personas que trabajan en ellas y que a su vez tienen dinero para gastar en otros negocios que dan trabajo a otras. ¿Y ahora que? Pues jodido lo tenemos, pero me parece que no nos queda otra que ir asumiéndolo y hacerse el cuerpo de que este maravilloso sistema de bienestar puede que no perdure y tengamos que despertar el ingenio –que no nos vendría nada mal y así dejábamos de prestarle tanta atención a tantas chorradas- para darle un cambio nuestra manera de vivir, por que si esperamos a que el mencionado grupo de autistas nos lo resuelva lo tenemos un poco oscuro.

Total, que dicho lo dicho –y perdón por el ladrillo- propongo que cada uno vaya pensando a nivel particular a que puede renunciar, sin esperar soluciones externas y que si de paso le sobra dinero, que aproveche para dejar de quejarse de que no llega a final de mes por culpa de los atracos administrativos.

¡Ah! Y de las soluciones propuesta, me quedo con la de la bicicleta y los libros de “El hombre de Boston” ya que dudo mucho que, tanto fabricar una bici como usarla o las dos cosas juntas, requiera más energía de la que consume cualquier vehículo a motor, además de ser muy sano, claro está, mientras no llegue un incauto conductor de vehículos a motor y te tire. Respecto a los libros, no crea que su edición consuma más que ver la tele.

Feliz salida y entrada de año a tod@s.