martes, 7 de diciembre de 2010

¿¿¿LA HABANA ES CÁDIZ CON MÁS NEGRITOS???

 Autora: Ángeles Hernández Encinas



Vivo en La Habana, Cuba, estamos en 1995, mi nombre es Julián y tengo 35 años; mulato, de piel oscura, desciendo de una raza de hombres y mujeres de origen lejano y cultura muy distinta a la del Caribe que nos rodea. Soy médico, un buen médico que trabaja con una enorme escasez de medios y mucho entusiasmo, aunque, a medida que los recursos disminuyen de manera escandalosa, el entusiasmo va perdiendo importancia. Si miro a mi alrededor no puedo quejarme: tengo buenos amigos, madre y hermanos, soy bien tratado por el régimen al que he dado mis mejores años y aunque, cada vez menos, aún me siento útil, aún me siento vivo. Como no tengo hijos a los que alimentar, me voy arreglando con mi parco salario a pesar de las dificultades para encontrar alimento; en cierto modo puedo considerarme un privilegiado en este país que se desmorona y al que he dejado de considerar el paradigma de la igualdad y la solidaridad.

Resignado a vivir como me ha tocado en suerte, igual que muchos de mis compatriotas no me desespero y canto, bailo, río y amo sin mesura, que eso es también propio de estas tierras cálidas y sabrosas.

De vez en cuando nos reunimos con media docena de españoles adinerados, cultos y sin grandes problemas, que vienen a descansar a la Habana varias veces al año; pasamos buenos ratos hablando y discutiendo, animados por el ron, el plátano frito y algunas viandas y fruslerías capitalistas. Uno de ellos, Alejandro, que no parece integrarse en el grupo y se muestra serio, introvertido y poco simpático, es el responsable de que la frágil estabilidad en la que me muevo, esté a punto de romperse. No recuerdo exactamente desde cuando estoy enamorado de él pero cada nuevo viaje se hace más evidente nuestra atracción, nuestra sintonía y, a medida que pasa el tiempo, nuestro intento de compromiso. Ahora ya no me causa prejuicios morales abandonar estas tierras para compartir mi futuro con el hombre que me ha cautivado, por muy capitalista que sea. Mi amor me ha hecho insolidario y deseo con todas mis fuerzas irme a España para vivir a su lado. Pienso que, siendo yo persona adicta al régimen y bien considerada, no habrá grandes problemas para salir de aquí, aunque en principio quizás tenga que ser de manera transitoria.

¡Inconscientes, ilusos, ingenuos! Ni mi currículum como combatiente varios años en África, ni mi trabajo impecable en Salud Pública, ni las influencias de personas que creíamos que podrían ayudarnos, ni siquiera la gran cantidad de dinero de Alejandro y sus “movimientos” desde España, nos permiten albergar la más mínima esperanza de que algún día podamos reunirnos al otro lado del Atlántico. Seguimos queriéndonos en la distancia y nos vemos cada vez que su trabajo le permite venir hasta la isla. A punto de perder las esperanzas, acabamos de caer en la cuenta de que hay una manera de salvar todos los impedimentos: algo muy sencillo, se trata nada más que de casarme con una española. Es la única vía que tenemos, pero la idea nos parece ridícula; además mi ética no me permite pasar por "comprarme una esposa".

Llenos de dudas y de contradicciones nos ha encontrado Elena, amiga de todos desde la adolescencia, que ha venido a disfrutar unos días en este paraíso natural. Cuando ha visto  a Alejandro consumido y derrotado por el agotamiento de todos los recursos disponibles, se ha ofrecido, sin pensárselo dos veces, a casarse conmigo para que pueda conseguir el ansiado permiso legal y salir de aquí.

¿Cómo no aceptar? Celebraremos la boda por todo lo alto, habrá traje, fotos, invitados, convite y viaje de novios con pasaporte cubano. Después me instalaré oficialmente en el domicilio de nuestra benefactora, que casualmente reside en la misma ciudad que mi amado Alejandro. Allí  he de estar empadronado y con presencia diaria durante un par de años, hasta que los inspectores de emigración den el caso por válido.

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2010, han pasado quince años; desde hace diez tengo la nacionalidad española, mi título homologado y, dada la escasez de sanitaros de la península ibérica, un buen trabajo como médico. Elena y yo nos divorciamos hace tiempo, sigo viviendo felizmente con Alejandro y ,juntos, nos acercamos a Cuba un par de veces al año para visitar y ayudar a mi madre y a mis hermanos.

Aún hoy me pregunto: ¿por qué yo? ¿qué hado benéfico me tocó con su varita eligiéndome ,precisamente a mí, entre tantas personas? y a menudo pienso: gracias Elena por tu generosidad, tanta que llegaste a arriesgar la limpieza de tu expediente judicial; gracias Alejandro por quererme tanto; gracias mamá, hermanos, amigos y paisanos por entenderme.

61 comentarios:

Pluma Roja dijo...

Me gustó mucho el relato y la explicación de la situación real en Cuba, pero tengo una duda: ¿Julián es Gay? Me perdí en esta parte.

Buenas Noches Ángeles.

Hasta pronto.

Amando Carabias dijo...

No sé, tampoco importa, si se trata de un caso real, pero es emocionante.
El amor lo puede todo. Está claro. Hasta con las ideologías, hasta con las creencias.
El amor es el verdadero motor de la existencia.
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Por cierto, el día en que explicaron lo de tesis, antítesis, praxis los hermanos Castro, ¿hicieron novillos?
Ellos se quedaron en la tesis (la suya).

mariajesusparadela dijo...

Dos partes bien diferentes: la muerte del ideal de nación, mal gestionado desde arriba y asfixiado desde fuera y la grandeza de la amistad y el amor, patentes y duraderos.
Me gustó.

Fernando dijo...

El amor rompe todas las barreras, pero no puede con las dictaduras, con las tiranías, con los depredadores torpes pero astutos que, como serpientes se enrrollan alrededor de nuestros cuellos y nos asfixian. El relato es bueno, pero me hubiera gustado más un relato sobre gente normal, esa gente que no se reúne con españoles que van a Cuba a divertirse, ni han podido tener títulos académicos para poder desenvolverse. Gracias por tu esferzo y un abrazo.

Cayetano dijo...

"La Habana es Cádiz con más negritos". Esta entrada me confirma la segunda parte de la canción de Carlos Cano: "... Cádiz es la Habana con más salero."
Un saludo.

Juan Antonio dijo...

Querida amiga, la intensidad con que escribes estremece y acaricia el alma, tu sensibilidad puesta en tus letras es como asomarse maravillados a un tibio crepùsculo y dejarse poco a poco envolver por su luz, envìo hasta ti mi cariño que como la brisa te besa, sonriente, inquieta, etèrea,
màgica y se queda allì donde tù estès.....

alcorze dijo...

Y gracias, por qué no, al régimen que te permitió tener un título universitario con el que poder vivir bien en España. De haber nacido aquí no habría sido tan fácil obtenerlo. Estamos rodeados de claroscuros y a veces sólo vemos una parte.

José Antonio del Pozo dijo...

Excelente texto, Angeles, porque sobresale el contraste entre las figuras indudablemente privilegiadas en Cuba sobre el trasfondo general de lo que, propagandas aparte, es la situación de la mayoría. Me gustó mucho "esa media docena de españoles adinerados, cultos y sin grandes problemas, que vienen a descansar a La habana varias veces al año", porque sin decir dice tanto esa frase.
El protagonista, él lo reconoce, es desengañado partidario del Regimen. De haber sido opositor le hubiera ocurrido lo que a Reinaldo Arenas, que tiene una novela corta excepcional y bellísima, de amor y persecución, "Arturo, la estrella más brillante", cito de memoria. El régimen de los Castrones llama a lo de Julián y Alejandro "Conducta impropia", y durante muchos años detuvo y condujo a campos de zafra a los homosexuales, a cuya entrada, según la malvada oposición contrarrevolucionaria, en el frontispicio podía leerse: "El trabajo os hará hombres". Por algo habla don Evo M de los pollos transgénicos. Saludos, Angeles

Ángeles Hernández dijo...

Pluma Roja: anoche se perdió mi comentario que te escribo de nuevo.
Julián ni dice ni deja de decir que sea gay, solo que se enamoró de Alejandro.

Gracias pro tu comentario, Un abrazo Á.

Ángeles Hernández dijo...

Amando, María Jesús, Fernando:

Los tres comentais a cerca de la importancia del amor y de su capacidad para romper todas las barreras, también del amor entre amigos que se ayudan.

El desencanto de un ideal de sociedad visto desde los ojos de alguien privilegiado. Es verdad Fernando, que podría haber escrito sobre alguien que no ha podido o no ha querido salir, de gente corriente y no de excepciones. Acepto la propuesta y lo intentaré; no sé si seré capaz me parece muy difícil.

Gracias por vuestra atención Un abrazo Á.

Ángeles Hernández dijo...

Cayetano, Juan Antonio sois muy amables. Gracias por vuestra visita y un abrazo Á.

Ángeles Hernández dijo...

Alcorce por supusto que estamos llenos de claroscuros, de eso se trata.
En mi opinión nada en este mundo es absolutamente perfecto ni totalmente denostable. Todo tiene su cara y su cruz y la subjetividad es patrimonio del ser humano.

Me gusta tu comentario porque creo que has captado el relato perfectamente. Muchas gracias y un sludo Á.

Ángeles Hernández dijo...

Buen análisis José Antonio del Pozo:
El relato está escrito en presente a propósito en un intento de que el protagonista nos cuente que se reconoce privilegiado y colaborador, si bien empieza a sentir cierta decepción.

Contrasta su realidad porque puede recibir información del exterior gracias a los "ricos españoles" que como bien dices, quedan retratados con una sola frase.

Sé que se trata de un tema muy controvertido y polémico desde el punto de vista sociopolítico por eso el relato está escrito en primera persona: como le dije a "alcorce" subjetivo, pero con muchas lecturas.

Muchas gracias por la tuya que enriquece, con datos reales y no literarios, este blog.

Un abrazo Á.

Isolda Wagner dijo...

Me ha encantado tu texto, emocionante de verdad. El amor de Alejandro y la amistad incondicional de Elena. ¿Hay algo más bonito que estas dos palabras?
Precioso, querida Ángeles.
Y no sólo: La Habana es Cádiz con más negritos, Cádiz, La Habana con más salero. Si todos funcionaramos igual, haríamos felices a mucha gente.
Besos para esa pareja y cómo no, para ti.

Anónimo dijo...

Hay gente que tiene suerte y gente que desgraciadamente sin haber hecho nada se encuentra en la más trágica pobreza. Los primeros deben dar gracias e intentar ayudar a los otros, como parece que ha seguido haciendo Julián.
Muy buena entrada.
Un beso.

emejota dijo...

Me ha gustado mucho la narración, tiene corazón, pálpito y amistad, el amor por descontado. Un fuerte abrazo.

Ángeles Hernández dijo...

Isolda y emejota: habéis leído el relato en clave de amor, eso es porque lo lleváis incorporado en vuestras vidas.

Gracias por la visita y un abrazo A.

Ángeles Hernández dijo...

Me gusta lo que dices, Blanca: que los mas afortunados devuelvan en parte sus regalos ayudando a los desheredados.
Gracias y un abrazo. A.

Princesa115 dijo...

Creo que en este bello relato hay que destacar el amor, la amistad y el poder económico.
Del amor diría que mueve montañas, que todo lo puede, incluso atravesar barreras infranqueables.
De la amistad que es lo mejor que podemos tener, un amigo es un tesoro.
Y del poder económico, pues decir que tuvieron suerte, pues de lo contrario no estarían en la situación actual.
Un buen relato.

Un beso

Ángeles Hernández dijo...

Princesa, creo que el dinero no les sirvió de mucho a la hora de solucionar su gran problema, fue el amor y la amistad. De hecho parece ser que Elena actuó desinteresadamente GRATIS.

Aunque es verdad que "money is money "

Un abrazo. A.

Verónica O.M. dijo...

Creí que era un caso real. Muy bonita la historia Ángeles.
Por suerte, siempre hay personas, que hacen cosas por los demás, no todos van solo que a la suya, como demuestra tu historia.
Y lo que cambian las vidas, de algunas personas, de estar en un país u otro.
Feliz semana
Abrazos amiga

Anónimo dijo...

Ángeles: Interesante tu entrada.
Entiendo perfectamente que a veces
la fuerza del sentimiento amoroso, hace vivir situaciones que creiamos
imposibles, incluso cambiar por completo de ideales.Tambien la amistad, que en este caso es digna
de valorar.
Con afecto.

Angela.

Ángeles Hernández dijo...

Verónica, s verdad que muchas veces somos el resultado de nuestras circunstancias, pero nunca tanto cmo para olvidar la solidaridad y el amor universal.

Un abrazo Á.

Ángeles Hernández dijo...

Gracias Ángela, yo creo que los verdaderos ideales, los que no son anecdóticos o transitorios, nunca cambian. Otra cosa es que un amor pueda actuar de desencadenante de algo que ya estaba en nosotros.

Un abrazo Á.

Jose C. dijo...

Perdona pero, ¿Julián no dice ni deja de decir que sea gay, que solo se enamoró de Alejandro? No entiendo. Que yo sepa los dos son nombres de hombre.
Se la historia de una pareja, heterosexual, ambos cubanos, que hicieron esto. Cada uno se casó con una persona en España, por cierto él, con una lesbiana. Después de divorciarse con sus cónyugues de paso, se casaron y organizaron su vida al modo del sistema anfitrión, para finalmente divorciarse. Me consta que el cambio de país y por tanto de sistema, intervino en su separación, en no mucho tiempo, por lo que faltaba los esencial.
En el caso de Julián, parece que de momento le has salido muy bien el cambio de vida, pero para mi, es una historia en la que el apego a vencido al amor por su tierra (que seguro que añora) y sobre todo de su gente, que le echará mucho de menos. Pero bueno, visto como yo lo veo, es una historia de una faceta humana real y comprensible, aunque quitando lo romántico quedan cosas pendientes e importantes por resolver.
En todo caso, querida compañera Ángeles, te ha salido un texto excelente.

Un abrazo.

Ángeles Hernández dijo...

José carolos (1)
En efecto el texto indica claramente que un hombre, Julián, se enamora de otro hombre, Alejandro, con lo cual no es necesario dar más explicaciones que las que se deducen del propio texto que puede ser todo menos ambiguo. Además, dudo mucho que el protagonista del relato empleara el vocablo "gay" para autodefinirse.

Por otra parte, y eso es probablemente un prejuicio de la autora, las palabras utilizadas por los demás para referirse a amores que no coínciden con "la norma", me
dan un tufillo homófobo que he querido conscientemente evitar.

...../....

Ángeles Hernández dijo...

José Carlos (2)

Quedan cosas por resolver, es verdad, pero es que en un relato, más o menos breve, ya me cuesta decir todo lo que quiero decir de una manera tan condensada y que se entienda.

El uso de dos presentes, el de 1995 y el de 2010, es el truco que he empleado para contar esta historia, que bien desarrollada por alquien que supiera hacerlo, podría llegar a ser una novela. Tema hay.

Es verdad que un cambio de escenario condiciona muchas veces un cambio de la relación, pero no es imprescindible. Hay casos paa todos los gustos.

Si en Julián ha vencido el apego sobre el amor a su tierra, puede ser porque la tierra que amó ya no es la misma y porque el apego le está proporcionando emociones que creía olvidadas. Esto es una teoría, puede haber otras.

Gracias por tu comentario, senota que te has leído bien el relato.

Un abrazo Á.

Fiaris dijo...

Realidad pura este relato,me gustó,cariños

Alhami dijo...

.



...hola querida amiga Á, muchas gracias por tu comentario en mi choza, tienes una capacidad de comprensión y percepción increíble...

Bueno el relato está fantástico, interesante, sorprendente y súper ameno... el protagonista pareciera ser alguien real, y la historia a mi juicio goza de mucha credibilidad... Creo que la situación en el contexto, más la naturaleza gay de este supuesto amor... como que impacta, (al menos a mí) porque honestamente nunca he creído en ese tipo de amor, en todo el sentido amplio del concepto aplicado a la pareja... lo considero más como una atracción meramente física fundamentada en el erotismo, sin embargo la historia pareciera revelar otra cosa, que hay más que puro deseo y atracción... y en ese sentido me causa asombro... espero que, mi descreencia en el amor homosexual, no sea mal interpretada, como un rechazo, o una actitud homofóbica... nada de eso, io respeto a las personas que eligen como preferencia sexual a alguien del mismo sexo... es un derecho, aunque no sea la norma natural... en lo que no creo o creía, es que sea verdad ese tipo de implicación afectivo-emocional, que es conocida como "amor" en el plano de "parejas" pero que también abarca a la amistad... aquí destaca el altruismo de Elena, como expresión de ese amor en la amistad, y bien podría ser que Julián y Alejandro, fuera que se amaran como verdaderos amigos y que adicionalmente se atrajeran eroticamente... no más
bueno es todo, muchas gracias por compartir esta historia, que da para muchas intrigas y reflexiones... de verdad menudo relato... me ha agradado

Besos y fuerte mi abrazo desde filos

Tatiana Aguilera dijo...

El amor mueve montañas y fronteras cuando es real. Me quedo con el final del cuento, donde el personaje reflexiona, ¿por qué la vida lo ha dotado de una varita mágica que le ha concedido todo lo que un ser humano anhela?, y la verdad, yo también me cuestiono, ¿por qué algunos tienen amor, ingresos, familiares, amigos, y otros nos damos de bruces por intentar alcanzar un rayito de cariño?...Sería interesante desarrollar el por qué.
Un beso.

ARO dijo...

Una magnífica historia. Me ha encantado leerla, por lo bien escrita y por ese argumento tan real.

Ángeles Hernández dijo...

Fiaris, ARO: Gracias por leer este relato que , como casi todo lo que escribimos, está basado en la observación de la realidad.

Un abrazo Á

Ángeles Hernández dijo...

Alhami:

Muchas gracias por tu interés en este cuento y por dar de manera tan honesta tu opinión.

Creo que es muy difícil saber lo que de verdad ocurre en el corazón de las personas por lo que para intentar comprender algunas cosas que nos chocan, solemos hacerlo con el nuestro (nuestro corazón) y no con el de ellos.

Un abrazo Á

Ángeles Hernández dijo...

Tati:

¿Por qué?.
¿Quién lo sabe?, a lo mejor nuestra suerte depende también un poco de nosotros mismos pero a veces esto es difícil de creer.

Un abrazo Á

Javier. M. V. dijo...

Un bonito relato que nos demuestra que el amor supera cualquier inconveniente. Hace que el corazón sea feliz, que el alma no pare de soñar, y que la esperanza crezca vitaminado por este gran sentimiento.

Un gran abrazo.

MA dijo...

Hermosa entrada de post un placer leer tu escrito amiga A.
La Habana y Cádiz dicen ser dos almas gemelas.
El mar y sus gentes entrañables bellas tierras...bellas gentes.

Abrazos de MA.

Jose C. dijo...

Compañera Ángeles, no he sido yo, y creo que tampoco lo homófobos, entre los que no me siento cómodo, quienes propusieron el concepto "gay". Por cierto, que no entiendo a que viene la palabra orgullo en el día de su celebración, pero esto, la verdad es que sería tema de otra entrada.

Respecto a la segunda parte de tu respuesta, sin duda hay posibles desenlaces para todos los gustos, pero permíteme que señale mi apreciación.

Julián nace, se cría y educa en una tierra que, además, le da la oportunidad de elegir y desarrollar una valiosa y apreciada profesión. Sin embargo cedió a desestimar todo ello ante la posibilidad que le habría el escaparate de libertad y lujo que le mostraron sus amigos, asiduos visitantes provenientes del sistema democrático capitalista, que parecen cultos y aparentan no tener grandes problemas. Sin duda, Julián ha tenido que ceder para experimentar lo que veía ante sus ojos y que entiendo que es un espejismo, pues se une a esa forma de amor que le muestran sus amigos y que en realidad no lo es, puesto que solo persiguen lo que les reclama su ego. El romanticismo, compañera Ángeles, nos pierde y seguimos enalteciéndolo como una ilusión que al final no cumple con el cometido esperado, o si, pero esto sería aún más grave.

Conozco también el caso de un joven galleguito que, cautivado por la hospitalidad, generosidad, amabilidad, humildad y sencillez de las gentes de aquella tierra, que tan distinta era hace más de veinte años a lo que conocía del sistema social del que procedía, estuvo tentado a quedarse allí, pero no lo hizo, porque fue consciente de que era un intercambio dentro de su realidad en el que, de haberse quedado, perdería las posibilidades que el entorno que le vio nacer y le crió le tenían preparadas. Claro está, esta historia no es nada romántica, pero el protagonista no se arrepiente de su decisión, aunque a menudo recuerda con añoranza todos aquellos regalos que sus amigos cubanos dejaron en su corazón y que los conserva a modo de valiosa experiencia.

Otro fraternal abrazo.

Paco Gómez Escribano dijo...

Me ha gustado mucho, Ángeles. Enhorabuena. Un beso.

Ángeles Hernández dijo...

Javier, Paco y MA, os agradezco que en este día de regreso a casa, de fin de puente, hayaís tenido unosminutos paravisitarnos y para poner un comentario.


Un abrazo Á

Ángeles Hernández dijo...

José Carlos:

No sabes cuanto te agradezco que enriquezcas el relato con tan sabrosas apreciaciones y que te tomes el esfuerzo de escribirlas, que todo cuenta. Cuba y los cubanos dan para mucho, aunque mejor sería decir que todo lo relacionado con el ser humano y sus múltiples maneras de ser y de actuar, pueden
dan lugar a diferentes opiniones: esa es la gracia de una conversación entre personas que piensan.

El enamoramiento romántico es, como tú dices, un flash, una ilusión que dura lo que dura y que hay que elaborar con generosidad si se quiere llegar a un amor de verdad, que no siempre se consigue.

Un abrazo más en este día festivo, colega fraterno de Á

josefina dijo...

Muy bonita esta historía con ben final.
Un abrazo

Elena dijo...

Brillante texto Ángeles. A veces el amor debe derribar fronteras físicas y psíquicas para sobrevivir.
Un beso.

Máximo Cano dijo...

Muy bien relatado. Te haces a la idea "tal cual" lo has querido reflejar.

En cuanto a las opiniones sobre "norma", agradecimiento al régimen, etc, etc... no proceden, porque si no existieran esas situaciones, no existiría éste relato.

Saludos.

Conchi dijo...

Hola Ángeles, me ha encantado tu relato, muy bién estructurado en su contexto, y qué mejor que la unión del amor y la amistad juntos para tenerlo todo, aprovecho para desearte unas felices fiestas navideñas, así que te mando besos navideños niña.

Ángeles Hernández dijo...

Asì es que os gustan las historias con finales felices, Josefina y Elena, ¿a quién no?.

Un abrazxo y felicidad para vosotras Á.

Ángeles Hernández dijo...

Conchi: me hace ilusión que te opines que elrelato está bien estructurado, esa era la intención que llevaba al escribirlo.

Un abrazo y gracias por tu visita Á

Ángeles Hernández dijo...

.dijo, y dices bien: El relato es el relato con su planteamiento nudo y desenlace, ¿cómo iban a haber organizado tanto lío sin las condiciones que se dan en el país y en los personajes?.

Muy práctico tu planteamiento. Un abrazo Á.

8 de diciembre de 2010 21:55

Deseo dijo...

La verdad es que nunca me plantee cuando empezaba un cuadro si el peso era el correcto o cualquier otro parametro tecnico. Luego al terminarlo me daba cuenta de que todo estaba en su sitio tecnicamente hablando.

Lo importante es que el resultado final sea que no deje indiferente a quien lo ve o lo lea.

Y este relato es precioso en si.

Es todo lo que se le podria pedir.

Un abrazo.

Ángeles Hernández dijo...

Deseo, es un placer que el relato no te haya dejado indiferente y que teparezca precioso.
Gracias por decirlo.
Un abrazo Á

Anónimo dijo...

Que buena historia en unas pocas líneas has mostrado todos los sentimientos y valores,realmente es un gusto leerte.

Un abrazo.
Vicen

Ángeles Hernández dijo...

Gracias Vicen por tu fidelidad, me alegro que te haya gustado.

Hasta la próxima, un abrazo Á

Man dijo...

No conozco Cadiz pero sí La Habana y por eso la historia me parece un poco forzada, tanto real como ficticia.
Real porque es sistema no tiene bien considerada la homosexualidad, ni creo que la tolere, pero no se desprende de un médico, o ingeniero, al que ha formado a sus expensas así como así, como no sea que quiera perderle de vista. Ni con boda homo o heterosexual.
La actitud de Elena, lejos de verla loable, yo la veo éticamente reprobable, no ya porque burle una ley, que de por sí ya debería serlo, sino porque se presta a una mentira de tal calibre que no me cabe en el concepto ético de una persona formada y culta.
El amor de dos personas no lo justifica todo por muy amigos que sean o por mucho sufrimiento que sientan los enamorados por las periódicas separaciones.
Los principios éticos no pierden su valor en función de a quien se les aplica.
Te podría poner muchos ejemplos en los, aun siendo de menor importancia, Elena no vería ético el hacerlos.

Flamenco Rojo dijo...

Ángeles, eres la Reina del relato ficción/realidad...He encontrado en el mismo política, sociedad, amor, ternura...Qué más se puede pedir de un texto.

Un fuerte abrazo.

ANDREA dijo...

Hola, Ángeles. He leído tu relato y en su conjunto es bello, tierno, romántico, patriótico y refleja también el alto valor de la amistad. Me llama la atención , porque he observado muchas veces que esto sucede, que Julián se venga a fijar justo en “Alejandro, que no parece integrarse en el grupo y se muestra serio, introvertido y poco simpático". Para mí este hecho es ya en si mismo una atracción, pues si hubiese querido beneficiarse de los españoles cultos y sobre todo ricos podía haberlo hecho de otro más ameno y simpático.
Es una historia de amor muy creíble y bonita pero analizando minuciosamente ésta se podría llegar a conclusiones muy sorprendentes, aún así prefiero quedarme con tu relato.
Un abrazo

Elvira Daudet dijo...

Querida Ángeles:

Como relato, es un buen relato, pero, creo yo y espero que no te moleste mi opinión, bastante subjetivo, porque obvia la miserable realidad de los paises que circundan Cuba. Haiti, por ejemplo, donde Alejandro no habría estudiado Medicina y quizá habría muerto de niño(por cierto, el 40% de los médicos que están trebajando en ese país para resolver el problema del cólera son cubanos, otro 40% Médicos sin Fronteras, sostenidos por países del primer mundo, es decir ricos. Habrá que reconocer a Cuba, a pesar de ser un país pobre y bloqueado, donde no pueden entrar ni las medicinas,
el enorme esfuerzo en educar a sus ciudadanos desde la tierna infancia hasta finalizar sus carreras, y su solidaridad. Soy la primera que deseo que, además de en la cultura, el regimen cubano avance hacia una democracia plena -no la de Haiti y los paises del entorno-, que el acoso norteaméricano no ha permitido hasta ahora.
Un abrazo, querida Ángeles. Elvira

Ángeles Hernández dijo...

Flamenco:
Y tu el rey del comentario conciso, breve y claro.

El problema de un relato breve que toca tantos aspectos es que por todos se pasa de puntillas, lo justo para crear la inquietud pero escaso para un tratamiento en profundidas.

Un abrazo fuerte de Á.

Ángeles Hernández dijo...

MAN:

Que hablen de uno aunque sea mal...

No pretende este sencillo pero provocador relato, que pasa por tantos asuntos polémicos ( homosexualidad, Cuba-que a nadie deja frío-, matrimonios de conveniencia etc) de manera muy superficial, ser ejemplo de nada, ni tampoco lo contrario.

El hecho de que hayas decidido escribir al respecto con lo ocupado que estás, supera con creces las espectativas de laautoraal escribirlo.

Gracias, muchas gracias por implicarte y darnos de manera tan clara y sin ambigüedades tu lectura. Eso es lo bueno de un debate, que haya tantas opiniones como comentarios.

Un fuerte abrazo de Á.

Ángeles Hernández dijo...

Andrea:

Me repito, no se trata de una novela, en un relato se sintetiza mucho, por eso cada uno, según su bagage personal, puede y debe llegar a las conclusiones que le convenzan.

El detalle que comentas de la elección del español menos atractivo, es especialmente minucioso. Gracias por tu lectura atenta y un abrazo Á.

Ángeles Hernández dijo...

Querida Elvira:
¿Cómo me va a molestar tu opinión?.
La esperaba, ya tardaba en aparecer y te agradezco que pongas al pastel la guinda de las condiones de vida de otros países del entorno tan castigados, tan pobres y encima sin cultura.

El relato es subjetivo , por supuesto. Lo cuenta un cubano que se va,es por lo tanto es su versión y quizás su justifiación.

Además , ya he comentado , que hablar de Cuba es un tema nada fácil por la enorme dividisión de opiniones que provoca. He asumido el
riesgo y me agrada que os hayais animado a participar.

Mi opinión con respecto al país no interesa ahora, solo soy la escritora que ha dado a Julián la opotunidad de contar,a su manera, su historia.

Sé que es solo una varilla del amplio abanico que conformarían todas las posibles historias, pero alguna tenía que elegir para dar la oportunidad de generar vuestros honrados comentarios, que me ayudan a comprobar que el relato ha sido leído y analizado y que el asunto, dista mucho de estar resuelto, menos aún consensuado

Gracias a ti también, querida poetisa, por dedicar a este blog una parte de tu tiempo.

Me encanta. Un fuerte abrazo Á.

Ángeles Hernández dijo...

Para MAN otra vez:

Anoche en mi respuesta a tu comentario olvidé lo principal: El título del relato ¿¿¿La Habana es Cádiz con más negritos??? está entre interrogaciones.

Primero puse una, pero para que se hiciera más patente, he terminado poniendo tres.

La idea, quizás demasiado sutil, era una pregunta, a la que yo, malecón y foto a parte, respondo firmemente: NO.

Y conozco bastante bien Cádiz, y un poco la Habana.

Carlos Cano (autor Antonio Burgos) de manera romántica, quiso hacer unas Habaneras por la similitud que a veces puede parecer que existe entre ambas zonas costeras. Mi idea era poner en solfa este planteamiento.

Gracias MAN por responder a esa pregunta. Un abrazo Á

Ana J. dijo...

Estupendo relato, verosímil y realista.
Un abrazo fuerte