
Creo que los que me conocéis ya sospecháis que mi vida se mantiene sobre dos pilares fundamentales: la familia, especialmente los más pequeños, y la literatura. Tengo otros “amoríos” que me alegran la vida, pero estas dos columnas son mi sostén. Desde hace un tiempo me absorben, se han convertido en dos compañeras insaciables y “egoístas” que apenas me dejan margen para dormir.
Recientemente, la vida me ha brindado oportunidades insospechadas: la de publicar mis novelas y la de volver a amar, a Miguelito, Elenita y Sarita (que tiene pensado mostrarnos su carita en mayo), mis tres nietos; tres amores inesperados que jamás pensé vivir a mis 49 años y que son mi actual fuente de inspiración; supongo que lo habréis notado.
Quiero vivir este momento como se merece, quiero estar donde me dicta el corazón; temo que si me empeño en aferrarme a todo lo que tengo a mi alcance finalmente se me escape lo que de verdad me importa y me hace feliz. Lo he intentado, pero no es posible, al menos por el momento. Así que tengo que dejar esta afición bloguera, que tantos amigos y satisfacciones me ha regalado, por largo tiempo.
Abrí este blog cuando me di cuenta de que no tenía amigos a quienes anunciar que había publicado “La última vuelta del scaife”. Fue un acto egoísta, lo sé; necesitaba conocer gente que pudiera decirme si realmente mis escritos llegaban más allá de mis libretas. Fue increíble, ¿os acordáis de “Maldita”? ¡Qué experiencia aquella de estar en continuo contacto con vosotros, queridos amigos y lectores!
No es una despedida definitiva, espero y deseo volver cuando se den las circunstancias, y os haré alguna visita inesperada de vez en cuando. Además, el blog queda abierto y, con el permiso de su nueva dueña, vendré cuando tenga alguna noticia importante que daros.
Ahora os dejo con mi compañero y hermano Jose Carlos y mi buena amiga y también compañera Ángeles.
Un abrazo enorme para cada uno de vosotros y hasta la próxima.
Jose Carlos:
Bueno querida Ex-Jefa, solo me queda desearte que tus propósitos se cumplan.
La vida es una constante elegir, donde lo importante no es ya lo que elijas, sino el tomar una determinación para iniciar o continuar el camino que uno se propone recorrer. Cualquiera que tome una decisión merece el apoyo de sus seres queridos, sea cual sea su elección, así que aquí me tienes apoyándote, creo que al igual que a tod@s los amigos blogueros que te echaran de menos, como yo, esperando noticias de tus éxitos en cualquier sentido y a cualquier nivel.
Yo de momento me quedo por aquí, leyendo y comentando, y con la venia de la nueva Jefa, cuando cuaje alguna idea y me surja el impulso de comunicarla, lo seguiré haciendo, al ritmo de tales impulsos.
Un beso.
Ángeles Hernández:
Y aquí me veo: dueña de algo que no he buscado -con lo bien que se está a la sombra- pero que asumo no sin temor, por la honra que Mercedes me concede y la confianza que me expresa. Heredo el blog que ella creó y que ahora no le es posible continuar. Su proyecto, sus escritos, su generosidad y encanto, han atraido a este espacio a un gran número de lectores y comentaristas. Por ella -la jefa- y por ellos -los lectores- recojo con mucha ilusión y el deseo de que sigamos caminando, el testigo que me entrega . José Carlos como compañerito de viaje, va a ayudarme a que sea menos difícil.
Queridos amigos y seguidores de "pienso luego escribo", solicito vuestra ayuda, tolerancia y comprensión para esta atrevida novata de las letras, a la que le gustaría seguir en vuestra compañía. En mi corazón y en mis emociones ya estáis instalados, me encantaría no apearme de los vuestros.
Gracias Mercedes Pinto, escritora y cuidadora de niños, por haberme abierto las puertas de tu casa y por darme ahora las llaves. Te espero, te esperamos con los mejores deseos para que tus proyectos y tus planes se cumplan tal y comos los sueñas.
Un abrazo a todos de Ángeles Hernández Encinas.