A todos los que no pueden acostarse una noche sin leer, o a los que escriben o quisieran.

lunes, 28 de febrero de 2011
RECIEN CASADA
miércoles, 23 de febrero de 2011
DONDE LAS DAN LAS TOMAN
Autora: Ángeles Hernández Encinas.
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Imagen tomada de Internet |
sábado, 19 de febrero de 2011
BREVE HISTORIA DE UNA FAMILIA NORMAL
martes, 15 de febrero de 2011
Para ti la perra gorda
Entrada publicada por Jose C.

Encontrar la razón sobre alguna cuestión es una tarea complicada. Llevo unas semanas empapándome en cuestiones sobre la creación y la existencia en sus facetas científicas, y es sorprendente la cantidad de información a la que se puede acceder al respecto. Me encontré con la confrontación entre las tendencias creacionistas, que parecen solucionar todo enigma con la presencia de un enigmático dios; el darwinismo con su teoría de la evolución, basada principalmente en la selección natural; y por último el DI (diseño inteligente), que trata de justificar la mano del creador a raíz de la profundización en materia científica que permiten los avances tecnológicos, y que a la comunidad científica parece escocer por desmontarle parte del trabajo que vienen realizando desde hace siglos. Resulta muy interesante contemplar todas las posturas y observar como provocan la separación de las personas.
Es una cuestión que en alguna ocasión ha requerido la intervención de la justicia para solucionar algún conflicto social derivado de esta necesidad de declinar “la razón” hacia alguna de las partes. De ahí el título de este post, dada la necesidad imperiosa de dejar la razón sobre alguna de las partes aspirantes a poseerla, con el correspondiente perjuicio para quien no se le reconoce.
Después de reflexionar sobre esto, y sin pretender tener “la razón”, me parece que aquí falla algo de base que nuestra justicia no llega a contemplar y es el derecho a que cada cual elija sus creencias conforme a sus necesidades del momento, que obviamente no son las mismas para todos. Eso si, respetando las preferencias de cada participante en esta variada realidad. En lugar de respetar la libertad de creencias, se fuerza a unificarlas, entorpeciendo el desarrollo natural de las personas en el aspecto espiritual, tan unido a cualquier otro aspecto del ser humano.
Porque vamos a ver ¿Quién tienen la razón absoluta sobre algo, cuando siempre hay alguien que tiene sus propias convicciones para pensar de forma distinta? Por muchas vueltas que le doy, nadie la tiene, pero eso si, nos encanta tenerla. La razón es algo que nos produce tremenda satisfacción cuando se nos da, llegando a obviar los efectos de esta victoria, entre los que suele haberlos de sensación de vacío posterior y nuevos conflictos derivados de esta posesión.
Esto es algo que se puede observar en cualquier cosa, desde la más profunda y básica, a la más cotidiana.
Ahora, en estos días, estoy observando las distintas posturas referentes al enigmático origen de las Pirámides de Guiza, ciertamente muy interesante, donde se dan una serie de circunstancias de difícil explicación. Pero lo realmente sorprendente es que, como suele suceder, las distintas partes del debate se aferran a su propia teoría, normalmente tratando de reforzarla constantemente, incluso ignorando los argumentos distintos.
A veces, observar este ansia por la razón llega a pasar de triste a divertido, pero no me olvido de que “la razón” es el arma más potente para someter, curiosamente sin tener ninguna razón para hacerlo.
martes, 8 de febrero de 2011
POR SAN VALENTÍN.
Si me quieres, si verdaderamente me amas, cualquier día del año -mejor todos o la mayoría- sin esperar a que te lo recuerden los grandes almacenes y la publicidad, mírame a los ojos sin prisas, sin hablar. Luego escúchame un ratito haciendo tuyo lo que te quiero contar y cuéntame a tu vez para que yo sorba y absorba tus palabras. Toma mi cintura y vayamos al cine, a dar un paseo, al concierto, o simplemente a estar.
A estar juntos, amables, entrañables, tiernos, picarones, seductores...