jueves, 25 de noviembre de 2010

FALTA DE PRUEBAS

Autora del texto: Angeles Hernandez Encinas



25 DE NOVIEMBRE: DIA UNIVERSAL CONTRA EL MALTRATO


Solo, sentado en el banquillo de los acusados, Pedro miraba hacia el suelo con los ojos ocultos tras unas gafas que le daban un aire respetable. Limpio, repeinado, zapatos relucientes, chaqueta recién estrenada, gestos comedidos, serio el semblante pero cordial, ofrecía la imagen exacta de una buena persona, de un ciudadano ejemplar.

Mientras esperaba el comienzo del juicio, Pedro iba haciendo un recorrido por su memoria, evocando los recuerdos que la situación le provocaba. Primero su juventud en Bélgica, allí vivía bien, fue una pena tener que regresar a España a causa de aquel asunto con una menor. Después Isabel, tan atractiva cuando la conoció, su ideal erótico...Ella tenía entonces 15 años pero aparentaba muchos menos: frágil, delgada, pequeña, con el pelo muy corto y la mirada ausente; por aquel entonces vivía interna en un centro de menores para ser protegida de los abusos de su padre y sus hermanos (castigada la víctima y no los criminales); deseaba tanto salir de su reclusión forzosa, que aceptó de inmediato el matrimonio que él, treinta años mayor, no dudó en proponerle. No podía faltar a la cita de su cerebro atormentado Jorge, de cinco años, hijo de ambos, al que añoraba enormemente porque no le dejaban verlo desde hacía varios meses.

La amplia sala estaba casi vacía. Togados, en un nivel superior al resto del auditorio se encontraban: “su señoría”, a la derecha del mismo el letrado defensor y a su izquierda el fiscal. Más tarde habrían de incorporarse los dos testigos periciales, psicólogo y médico. Nadie más. El principal testigo, Isabel, que denunció a su esposo Pedro por presuntos abusos de su hijo Jorge, no apareció.
.........

El juicio fue muy breve. Leída la acusación por el juez, los dos testigos respondieron a las breves cuestiones que defensor y fiscal propusieron. Para el psicólogo la presunta víctima era un niño triste y de mirada huidiza, mudo ante cualquier pregunta, del que no se podía obtener ninguna información. El sanitario habló de unas lesiones difícilmente apreciables en un lugar oculto de la piel, cuya causa exacta era imposible precisar, a pesar de que él mismo las puso en conocimiento de la autoridad judicial inducido por los comentarios de la madre, Isabel.

Isabel, maltratada por su propia familia, casada con un hombre con antecedentes de pederastia que en ella no vio a la mujer sino a la niña, era la única que podía decir el porqué de su denuncia, qué fue lo que vio, qué hechos le hicieron sospechar, qué conversaciones escuchó o qué quejas recibió de su hijo. Sin embargo no se presentó a la causa; al parecer por olvido, pero hay quien la oyó comentar que Pedro le daba mucha pena y que no quería ser responsable de que, por sus declaraciones, pudiera ser condenado.

....Epílogo....

Pedro fue absuelto sin cargos por falta de pruebas.

Isabel ha formado una nueva familia con un hombre de su edad que, al parecer,  la trata bien.


Jorge está en acogimiento familiar con personas que le dan cariño y donde, quizás, consiga recuperar la sonrisa que había perdido.

64 comentarios:

mariarosa dijo...

Cuando comencé a leer, creí que era un cuento, pero me has dejado helada: es real.

Cuantas de esas historias pueblan nuestro mundo, desgraciadamente. Hay seres que lo que menos parecen es que son humanos. ¿Enfermedad? o no, no lo sé, pero arruinan la vida de quienes los rodean.

Excelente entrada.

mariarosa

Ángeles Hernández dijo...

Gracias Maria Rosa:

Eres mi primera comentarista y con este relato quiero contar muchas cosas, tantas que casi no llego a tiempo para publicarlo en este día.

Un abrazo Á.

Fernando dijo...

Querida Angeles, me ha gustado mucho tu relato. Es bueno pasarse por aquí para aprender a escribir relatos. Gracias a pasarme por aquí me estoy motivando a escribir mis propios relatos. El problema que tengo es que me guasta tanto la poesía que no sé si relato poesías o poetizo relatos. Seguiré haciendo lo de siempre; leer tus relatos y lo escrito por tus compañeros de blog. Por cierto, ¿cómo va el libro de Mercedes? Un saludo muy cordial.

Amando Carabias dijo...

Es la vida misma... Y vaya si has contado cosas.

Ángeles Hernández dijo...

Siempre tan madrugador Amando, gracias por estar al tanto y paar por aquí.

En cuanto al relato me gustaría destacar la connivencia y ambigüedad que muchas víctimas tienen con sus agresores.

Un abrazo Á.

Ángeles Hernández dijo...

Fernando, se me ha perdido la respuesta a tu amable y generoso comentario.

Tú eres poeta tanto cuando haces versos como cuando escribes prosa, yo solo me limito a contar parcelas de realidad. Me falta imaginación y tengo mucho que aprender.

Mercedes sigue trabajando duro, ya le diré que has preguntado por ella, le va a hacer ilusión.

Un abrazo y muchas gracias Á

Isolda Wagner dijo...

Ni un guión de película, Ángeles.
La verdad es que hablas de la vida real y cuando pienso en tantos casos parecidos, se me cae el alma a los pies. En tu historia, todos pierden. ¡Qué pena! Tienes razón, cuando hablas de la connivencia que existe entre la víctima y el maltratador, increíble pero cierto.

Fernando anímate, en prosa o en verso, pero quiero leerte ya.

Muy buen texto, amiga.
Besos libres sin ataduras.

Ángeles Hernández dijo...

Es verdad Isolda:

Todos pierden en el maltrato, porque incluso el maltratador es una víctima de sí mismo y ¿qué decir de los que consienten porque no conocen otra manera de vivir?.

El esquema simplista bueno/malo no explica casi nada y arregla menos.

Un abrazo Á

Anónimo dijo...

Como siempre un placer leerte, lo
haces de una manera tán clara que
entra enseguida uno en el tema.
Aunque para este como dicén los demás
poco hay que esforzarse, de una
manera u otra la mayoría conocemos
casos y en el mio muy cercano.
Gracias Ángeles, pero no tardeís
tanto entre una entrada y otra.

Un abrazo......Vicen

Ángeles Hernández dijo...

Vicen:

Gracias por tu entusiasmo y tu incondicionalidad.

Tenemos previto publicar cada cuatro días más o menos, estamos todos tan ocupados...

Un abrazo Á

anapedraza dijo...

Ojalá la recuere, ojalá!!

Miguel

josefina dijo...

Tiene que ser horrible sentirte maltratada por la persona que piensas es tu pareja de por vida.
Y la pena de unos hijos que tienen que sufrir ese ambiente tan malo.
Un abrazo

Javier. M. V. dijo...

Una historia conmovedora que nos llama la reflexión. El final podría decirse que es "feliz" porque la protagonista junto al niño se alejaron de las garras de aquel tipejo pero triste porque no se llega hacer justicia.

Un gran abrazo.

Jose C. dijo...

Muy buen texto, compañera, pero cuando reflexiono sobre la idea o conjunto de ideas que creo que tratas de transmitir, no puedo evitar ir a (lo que entiendo que es) un paso más allá, deseando que se proponga el día del perdón y la compasión, y que ese día especial se celebre cada día y de rebote nos traiga muchos días de alegría y fraternidad.

Abrazos.

Cayetano dijo...

Un tema de total actualidad. La historia de un enfermo con capacidad intacta para seguir haciendo daño a gente inocente menor de edad.
Un saludo.

Ángeles Hernández dijo...

Miguel , que Jorge recupere la alegría.La capacidad para responder al amor es infinita.

Un abrazo
A

Ángeles Hernández dijo...

Josefina:

Quería ejemplificar con esta historia que cuando hay maltrato, toda la familia sufre. Se habla de violenciia de género, pero mucho menos del sufrimientrazo o del hijo.

Un abrazo Á

Ángeles Hernández dijo...

Javier:

Me gusta que la historia lleve a la reflexión. ¿Quién sabe si al padre esta experiencia le ha servido para
no recaer?

Un abrazo Á

Ángeles Hernández dijo...

José Carlos:

Abogo como tú por el perdón de los enfermos,pero también por el tratamiento de su mal, y en ese tratamiento estamos todos implicados.
Yo también prefiero educar que penalizar porque violencia engendra más violencia, pero no es fácil: el perdón puede confundirse con sumisión y tolerancia a vejaciones propias y de seres inocentes que van a aprender y reproducir lo que están viviendo.

Hay mucho que decir de este tema fuera de visiones simplistas y unidireccionales.

Un abrazo Á

Ángeles Hernández dijo...

Un enfermo Cayetano, tú lo has dicho.

Un abrazo Á

Humberto Dib dijo...

Hola, Ángeles, entré a tu blog por un contacto, me pareció muy bueno, no quería salir sin decírtelo. Voy a seguirte. Aprovecho la oportunidad para invitarte al mío que es de literatura.
Un abrazo desde Argentina.
Humberto.

www.humbertodib.blogspot.com

Ángeles Hernández dijo...

Gracias Humberto por ese halago que siempre gustga oír.
Pasaré a visitarte no lo dudes, la literatura me apasiona.

Un abrazo Á

curro dijo...

Bueno Angeles otro relato que, por como lo cuentas es real. Y cuanta gente se habrá escapado de rositas por la anuencia del conyuge. Por contra dice D. Jose C. de establecer el día del perdon y la compasión, pero como vamos a perdonar a estos malnacidos, habría que castrarlos, pero una castración fisica y luego cadena perpetua a trabajos forzados, por no ajustarles la golilla en cierto sitio que yo me se. Un abrazo.

Marisol Cragg de Mark dijo...

Tu relato le pisa los talones a la realidad. Terrible estar en esa situación. Indudbalemente se debe proteger más a los niños.
Recibe un cordial saludo berlinés.

Jose C. dijo...

Aquí estamos, compañera, para hablar. Hasta el momento creo que solo se ha hablado de los efectos de este mal y me gustaría que me dijeras cual es la solución que puedes vislumbrar. No se a lo que llamas simplista, pero desde luego no recuerdo que el día de "lo que sea" haya resuelto realmente algo, a parte de alimentar pretensiones humanitarias que acaban distorsionándose para convertirse causas políticas. Tan solo es una forma más de acompañar al "complejismo" (perdón, ya se que esta palabra no está en el diccionario, pero no me ha ocurrido nada mejor y creo que se me entenderá) del sistema que nunca acaba de resolver nada.
Un abrazo.

José Antonio del Pozo dijo...

Hola, Angeles, a mí me ha gustado la frialdad y la distancia como de notario en la que te has esforzado en contar la vista y a la vez como has conseguido mostrar que era algo en carne viva, doloroso para todos, y lo terriblemente enrevesado que es todo, y cierta mirada compasiva al final, que no de superioridad, como anhelando una salida de ese círculo terrible. Así es que mucho ánimo, fuerza, y enhorabuena por ser capaz de escribir con madurez y con sentimiento de cosas que en verdad a todos nos conmueven. Un saludo

Flamenco Rojo dijo...

Puede que sea sólo un relato o puede que sea real...Qué más da. La verdad es que se repite con demasiada frecuencia. La solución pasa por la educación desde primaria y para los que ya no están ya en edad escolar castigo por parte de los jueces. A lo mejor también hay que darle un tirón de orejas a la justicia.

Un beso.

Anónimo dijo...

¿Que decir? Que lo has clavado. Has reflejado una realidad muy difícil en un texto fácil de leer, entretenido, intrigante y absorbente.
El final da mucho que pensar. Una pena que me caiga del sueño que tengo y no sea capaz de concentrarme demasiado, esta entrada lo merece.
Un beso.

María dijo...

Llego tarde, pero no por eso, quiero dejar pasar, la ocasión de opinar.

He visto que hay quien aboga, por el perdón, la compasión, la educación.

Me da igual, que este caso concreto, sea real o imaginario, todos los días, ocurren montenes iguales.

Un tío, maltratador, pederasta, reincidente y que sale libre, por el miedo de los que le rodean, te produce una impotencia tal, que dejas de creer en la justicia, en las instituciones en general, en la sociedad, en las personas, y paro aquí, pero podría seguir.

En cuanto a si una persona así, es un enfermo, puede, pero si me lo dejaran a mi, os aseguro que lo curaba, vaya que lo curaba.

Ángeles, perdona si te parezco muy bruta, pero es que con esto, no me puede controlar.

Princesa115 dijo...

Me gusta leer tus relatos porque, como han dicho antes, se desliza uno rápido por el tema y en esta caso es fascinante.
Lo que no entiendo y nunca entenderé es la justicia, por qué lo dejaron en libertad? Era reincidente.
Y tampoco entiendo por qué Isabel no se presentó a declarar, era su hijo!!!. Y le daba pena de aquel hombre?
Pienso que la única víctima es el crío, menos mal que al final encontró una familia que le dió todo el amor que antes no le habían dado.

Besos

Jose C. dijo...

Por alusiones, a D. Curro y a Dª Maria.
Creo que hay en desarrollo unas cápsulas de nano-tecnología que nos van a resolver todas estas cosas, ya que anularán o modificarán la voluntad de la persona, según el caso y el momento: hacernos trabajar, estudiar… o anular nuestros impulsos negativos. De esta forma no habría que preocuparse de los pederastas y les ahorraría a ustedes tener que disculparse por sus impulsos violentos respaldados en un deseo de ¿justicia? ¿Les ha gustado esta broma de ciencia ficción? ¿De verdad creen que estas cosas se resuelven con el castigo, quedando ustedes libres de él por ser personas de comportamiento justo? ¿Quién dice que son justos? ¿No se habrán tomado ustedes ya alguna cápsula de esas?

Abrazos.

La sonrisa de Hiperion dijo...

Simplemente: hay que acabar con esta lacra....

Saludos y un abrazo.

María dijo...

Yo no me tomo a broma este asunto, y por experiencia sé, que el perdón, la compasión, ni siquiera la educación; si los padres no saben, o no quieren, o no pueden educar; sirven para nada.

En estos casos, sería la justicia, la que tendría que actuar, incluso de oficio, para no obligar a las mujeres maltratadas, o a sus hijos sometidos a abusos, a tener que denunciar y declarar, delante de un marido y padre, que les tiene amenazados con matarles si abren la boca.

¿Qué habría que hacer? Cómo mínimo, encerrarlos de por vida.

Queda muy bien defender los derechos de todo el mundo, ¿Pero quién defiende los derechos, de las más de sesenta mujeres, muertas este año?.

Y hablando de derechos, tengo todo el derecho a expresar mi opinión, y a indignarme, ante la pasividad, que demuestra la sociedad, queriendo reeducar a cierta clase de personas, que incluso prestigiosos médicos, coinciden en manifestar, que los mismos delitos que han cometido, los volverán a cometer, en cuanto los vuelvan a poner en libertad, en el supuesto caso de que sean condenados alguna vez.

Deseo sinceramente, que a ninguno de Uds. le toque de cerca semejante desgracia.

Anónimo dijo...

Ángeles me ha conmovido esta entrada. Dices mucho, con muy pocos recursos. Un abrazo,
Bertina.

Jose C. dijo...

María, yo tampoco estoy bromeando; de hecho la broma de ciencia ficción es una realidad en desarrollo y la he comentado para, al que le interese, que la investigue. No pretendas tampoco entender mis comentarios como que los maltratados no importan, no se trata de eso, muy al contrario, cuestiono la forma de tratar el problema y los resultados que se vienen obtiendo a nivel global, pues se pretende ver los problemas de forma individual sin ver como afectan al resto de relaciones humanas y, lo que es más grave, sin ver como estas han provocado la causa de cada uno de los males que nos angustian; es decir, pretendemos resolver los problemas con el mismo comportamiento que los a causado, y si no ¿Por qué hay padres que no saben, no quieren o no pueden educar a sus hijos? ¿Te has preguntado esto?
Por supuesto, los delincuentes vuelven a cometer los mismos delitos y esto no hace falta que lo diga ningún prestigioso médico, son hechos. Lo sorprendente es que no nos preguntemos por qué sucede esto y creamos que la solución es borrar de nuestra estimada realidad a esta clase de personas, que queramos o no, son seres humanos, pero que manifiestan lo extremadamente crueles que podemos llegar a ser, y si no mira lo que hacen nuestros poderosos protectores, supuestamente, para proteger el castillo que tanto confort nos proporciona y cuyas murallas están siendo aporreadas por la miseria de los desfavorecidos, que no son más que nuestras propias miserias descargadas en ellos.
Créeme que me parece fenomenal que ejerzas tu derecho de opinión, pues como señala Ángeles, en estos temas hay mucho que decir, pero si no lo decimos nos quedamos donde estamos, en perpetuos lamentos.
Yo también deseo sinceramente a todos que no haya motivo de sufrimiento en nuestras vidas. El deseo, sobre todo el sincero, es una potente herramienta para crear realidad, cuanto más claro, más potente. Todos conocemos una popular frase que nos lo dice, pero a la que me temo no le prestamos demasiada atención.
Lo se, todo esto es difícil de resolver, pero me parece claro que no se puede atajar bailando al son de la música que la oscuridad nos ofrece en nuestra fiesta privada, es decir, estamos viviendo una realidad inducida y no queremos desmontarla, porque a pesar de que no nos acaba de convencer, nos da miedo desenmascarla, miedo inducido también.

Otro abrazo, que es gratis.

Anónimo dijo...

Desde Dublín, saludos a Ángeles y Jose C. Me gusta cómo lleváis el blog.
Un abrazo.

Jose C. dijo...

Saludos a los dublineses y abrazos para los seres queridos que allí habitan en estos días.

Ángeles Hernández dijo...

D. Curro:
No es nuestro objetivo juzgar ni castigar sino denunciar y hacernos responsables de la parte que como ciudadanos nos corresponde.

Un abrazo Á

Ángeles Hernández dijo...

Marisol:

Con las licencias literarias debidas, en mor de la comprensión por una parte, y del anonimato por otra, la realidad es parecida a lo que cuento "mutatis mutandi" detalles que no afectan a la crudeza y a la dificultad.

Me gustaría conocer cómo está este tema en Alemania. Berlín delicioso, no he vuelto desde 1988, ya me toca.

Un abrazo Á.

Ángeles Hernández dijo...

José Antonio:

siempre ricos y bien argumentados tus comentarios, me ayudan a seguir escribiendo estas parcelas de realidad literatulizada, cual notario que toma nota.

Un abrazo Á.

Ángeles Hernández dijo...

Flamenco, siempre escribimos sobre la realidad que conocemos, lo que no quiere decir que nos ciñamos a un hecho aislado.

un abrazo guapo de Á

Ángeles Hernández dijo...

Blanca:

Eso es lo que se pretendía, dar un poco que pensar. Muy cerca de nosotros se perpetúan modelos de conducta aprendidos cuyo círculo vicioso habría que saber cortar.

Un abrazo Á

Ángeles Hernández dijo...

HIperión, gracias por tener tiempo de pasarte por aquí, un abrazo.Á.

Ángeles Hernández dijo...

Bertina:

Siempre tan exacta, creo que sí, que se dicen muchas cosas en el relato y que daría para una novela completa si se trataran con profundidad cada uno de los asuntos que se perfilan.

Un abrazo y gracias. Á

Ángeles Hernández dijo...

María y JosÉ C.

Tengo que dedicar un buen rato a leer vuestros amplios comentarios y otro tanto a responder lo que yo pienso.Hago acuse de recibo y vuelvo luego.

Un abrazo A.

Ángeles Hernández dijo...

Para la jefa en Dublin:

Un abrazo Mercedes y Ab., gracias por seguirnos y que disfruteis de
Irlanda y los irlandeses. De paso recorre la cuidad de Joyce, seguro que te encantara.

Intentaremos seguir manteniendo este espacio, aunque algunos dias la web nos quede n poco lejos.

Besos de A.

Ángeles Hernández dijo...

Para María, José C. y todos:

Cuando digo que hay una manera muy simplista de tratar el tema del maltrato (género, infantil) me refiero a que normalmente se habla de buenas y malos, victimizando a las primeras y criminilizando a los segundos.

Con esta entrada pretendía suscitar la reflexión de que este grave problema es muchísimo más complejo y que no se soluciona con una orden de alejamiento ni con la cárcel. La orden de alejamiento porque casi siempre se incumple por parte de ambos, la cárcel porque sólo arregla parcialmente el tema de "un caso" pero no el de todas las familias implicadas.

El maltratador a menudo ha sido previamente víctima de abusos y viceversa. Además seguimos estando educados en una cultura masculina (afortunadamente no todos y no igual ahora que hace veinte años, aunque el ejemplo crea hábito)) en la que HOMBRE se relaciona con poder, trabajo, mantenimiento...y MUJER con ternura, saber aguantar, entrega...Afortunadamente cada vez hay más hombres tiernos y más mujeres con poder y mucha gente con todas las características consideradas tradicionalmente de género, en una sola persona (tierna y poderoso, entregada y autosuficiente etc)

Este círculo vicioso solo tendrá una posibilidad de salida airosa el día en el que TODOS (ellos y ellas) asumamos que para que haya un verdugo tiene que haber una víctima ( que si es adulto consiente ), que antes de una paliza existen pautas de comportamiento que lo anuncian como vejaciones, control de movimientos, malas palabras... Es ahí donde hay que empezar a tomar medidas, pero no sólo la ley ( que no contempla estos supuestos) sino nosotras, las que disculpamos un insulto porque la misión de la mujer es aguantar y estar dispuesta para dar etc, etc.

No sé si he aclarado algo. En nuestras manos de mujeres/hombres madres/padres, agentes de salud, educadores,ciudadanos/as, está la posibilidad de cambiar el paradigma masculino-céntrico para que nadie asuma el rol de víctima aguantadora y para que se aprenda a respetar y hacerse respetar desde la más tierna infancia.

El castigo sólo es un parche que nunca va a hacer que un hombre cambie de mentalidad. Como parche es necesario cuando las circunstancias son graves, pero antes, mucho antes de llegar a daños visibles, habría que adelantarse, prevenirlos y dar a todo el mundo las herramientas para no ser ni verdugo ni víctima.

¿Cuántas mujeres rompen el alejamiento judicial?, ¿cuántas justifican o tiene pena de su agresor porque piensan que ellas no están cumpliendo con su rol de santa y entregada?.

Lo dejo aquí porque podría escribir un libro. La solución debe plantearse a muy largo plazo. Hay que empezar por nosotras/os mismos, por los que de nosotros dependen y por enseñar a detectar y tratar precozmente, maltratos psíquicos o conductas de riesgo generalmente inadvertidos en los que la tolerancia es infinita.

Un abrazo Á

Verónica O.M. dijo...

Muy triste, siempre estas historias Ángeles.
Lo que repetidamente me pregunto, es lo siguiente, como es tan difícil que se acaben con estas cosas? algún día deberán terminar.
Hay cosas que fallan, y todos lo sabemos, pienso que no se hace lo suficiente, en estas cosas (ni en otras)
Abrazos, y buena semana para ti

Ángeles Hernández dijo...

Gracias Verónica por tu comentario, a ver si esta semana escribo algo más alegre.

Es verdad que hay que hacer algo, nosotras también ¿te animas?.

Un abrazo Á.

Kurra dijo...

Casi segura estoy que esta historia es real, a sido un placer leerte.
Un fuerte abrazo.

Ángeles Hernández dijo...

Gracias Kurra, un placer tenerte de lectora Á.

Thornton dijo...

"...niño triste y de mirada huidiza"

Cada vez que leo casos de violencia de género, pienso en esas pobres que lo sufren, pero inmediatamente la cabeza se me marcha a los críos. Si el bestia es, además, un pederasta, el infierno para esos críos es insufrible.

Tu relato es muy triste, sí, pero me parece acertado que se escriba sobre esta monstruosidad. Si encima está escrito así de bien, mejor.

Un abrazo.

Ángeles Hernández dijo...

Gracias Thorton

Ya sé que el relato es triste, pero la impotencia de los que lo vivieron de cerca es tanta, que ha que gritar en voz alta, así entre TODOS podremos ir dando pasos para prevenir.
Cuando se llega a la cárcel ya es demasiado tarde.

Un abrazo Á.

Elvira Daudet dijo...

Querida Ángeles:

Dramático relato como la vida misma, escrito con una sencillez de maestra y un riguroso control de las emociones que lo hace muy eficaz.¿Eres periodista?

Siento que se haya perdido tu primer comentario a mi poema malagueño -por la riqueza de la espontáneidad- pero el segundo es perfecto. Gracias. Elvira

Elvira Daudet dijo...

Querida Ángeles:

Dramático relato como la vida misma, escrito con una sencillez de maestra y un riguroso control de las emociones que lo hace muy eficaz.¿Eres periodista?

Siento que se haya perdido tu primer comentario a mi poema malagueño -por la riqueza de la espontáneidad- pero el segundo es perfecto. Gracias. Elvira

Ángeles Hernández dijo...

Gracias Elvira, me enorgullece tu comentario.

No soy periodista, soy pediatra (no es ningún secreto) y me gusta observar la realidad y leer.razo

Un abrazo Á.

El Mar...Siempre el mar dijo...

He llegado a tu blog por casualidad, me he detenido a leerte porque me llam´o la atención el titulo de tu última entrada y...un escalofrio ha recorrido mi cuerpo.Tengo una especial inquina por esos hombres capaces de utilizar su fuerza o su poder sobre otros seres humanos, quien es capaz de abusar de un niño no creo que sea un hombre sino un perfecto canalla que solo deberia tener de la sociedad un profundo desprecio con pruebas o sin pruebas...estos bichos deberian estar recluidos para que no pudieran volver a hacer daño a ningun niño mas.


Mi mejor sonrisa para ti

PACO HIDALGO dijo...

Interesante esta historia, dura y cruel, con otro caso del tio que se escapa por pies. Muy bueno me ha parecido este espacio, que acabo de conocer por referencias de otros blogs amigos. Desde ahor lo sigo y volveré a leer "otras historias". Un cordial saludo desde ArteTorreherberos.

Ángeles Hernández dijo...

Bienvenido mar (perdona, no sé tu nombre, espero que este sea el principio...

Muchas gracias por tu comentario y por tu sensibilización, si todos colaboramos quizás cambie la mentalidad de abuso.

Un abrazo Á

Ángeles Hernández dijo...

Gracias Paco:

Te esperamos y también seguir contando historias interesantes y quizás menos duras.

Un abrazo Á

MA dijo...

Ángeles muy triste y duro tu relato pero por desgracia muy real .
Las dos hemos escrito dos entradas muy especiales sobre es te tema que azota al mundo para que se tome conciencia de ello y se denuncie.

Abrazos de MA para ti amiga, también para Mecedes.

Ángeles Hernández dijo...

Es la sintonía de la sensibilidad, MA, poco a poco, gota a gota, intentemos horadar la piedra de la insensibilidad.

Un abrazo para ti de Á.

Anónimo dijo...

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Carmela dijo...

A medida que iba leyendo sentía estremecimiento .
Tu narrativa me llevó a rememorar tantos casos semejantes contados por alumnas.
En general las madres que conocían la irregularidad de la situación familiar quedaban paralizadas por el miedo.
Siempre me pregunté si el miedo las volvía " insensibles".
Una vez escuché a un psiquiatra definir el perfil de un niño abusado : " Es una víctima de otra víctima... pero pudo haberse previsto"
Es lo que tú especificas con claridad.:
Detectar a tiempo conductas de riesgo.
Es cierto que para que haya un verdugo tiene que haber una víctima.
Me impactó que Pedro eligiese a Isabel porque vio en ella una niña y no una mujer debido a sus antecedentes de pederastía.
Todas luces rojas : Indicios.
Me duele la sonrisa perdida de Jorge y temo que no vuelva a recuperarla.
Como también me conmueven los tantos niños abusados que cargan en silencio esa pesada mochila y no sé si algún día podrán librarse de ella.
Excelente texto , Ángeles.
Nos da impulso para poner en evidencia los casos de maltrato y para comprometernos en la tarea de ayudar a las víctimas.