He pensado que, dado que mi blog intenta ser un hibrido entre cuestiones literarias y vitales, de cuando en cuando, os daré mi punto de vista sobre alguno de los libros que haya terminado de leer. Por supuesto, no soy una experta en críticas literarias, pero eso tampoco importa mucho, lo cierto es que de todos los críticos que nos aconsejan con sus reseñas en los mejores diarios del país, uno de cada diez escribe desde el conocimiento y la objetividad; el resto son voceros del sistema de turno, y esto último sí que es información veraz y demostrable. Pero esto es otra historia. Hablemos de “Lolita”, de Vladimir Nabokov.
Seguramente muchos de vosotros habréis visto la versión cinematográfica de “Lolita” y conozcáis su argumento y trama mejor que yo, que no he tenido la oportunidad, la visualización de las imágenes en una gran pantalla ahorra muchos quebraderos de cabeza. Por otro lado, el hecho de que yo sólo conozca la versión literaria me confiere cierto privilegio al analizar el texto, ya que no estoy “contaminada” por los cambios propios de la adaptación al guión.
Vladimir Nabokov publicó “Lolita” en 1955. Fue prohibida en Francia y en Inglaterra, y tardó tres años en ser aceptada en Estados Unidos, porque fue tachada de “escandalosa” e “inmoral”. No es cierto, nada hay en esta obra que pueda llevarnos al escándalo ni que hiera nuestra moral. Aunque el argumento es cuanto menos duro y polémico, ya que nos narra una historia de amor entre un padre y su hija, entiendo que no es justo que en su momento consideraran la novela una apología del incesto; por muchos motivos, pero principalmente porque Lolita no era hija carnal de Humbert Humbert, sino la hija que su esposa aporta al matrimonio. Ciertamente la relación de un cuarentón con una niña (su nínfula, como la llamaba Humbert Humbert), nos pone de antemano los vellos de punta. Pero Vladimir no justifica en modo alguno esta chirriante relación, como magnífico escritor, él sólo expone una historia muy polémica y creíble desde el punto de vista del protagonista, Humbert Humbert, que no es más que un hombre que vive torturado por una abominable debilidad que lo mantiene obsesionado durante toda su vida adulta. Vladimir Nabokov mantiene en su novela, de principio a fin, un lenguaje exquisito y para nada hiriente, dirige su pluma con tal elegancia y exquisitez que por muy sensible que sea el leyendo al citado tema puede deslizar su vista desde la primera a la última página sin sentirse herido en su moral; ya quisieran muchos escritores de novela erótica que sus obras se pareciesen siquiera a esta que nos ocupa, cuando la mayoría no pasan de escribir meros relatos pornográficos, que no novelas.
Por consideración a aquellos que aún no conozcan la obra, no voy a destripar la trama ni el argumento, sólo quiero destacar que “Lolita” es una obra universal que no sufrirá el paso del tiempo; que es un ejercicio literario brillante por su perfecta técnica gramatical, su escogida adjetivación y por su elegante estilo y ritmo; y que novelísticamente es una obra escrita con una fina inteligencia que demuestran la autoironía y lirismo de Humbert Humbert, el narrador y protagonista masculino. A todo esto habría que añadir que es una de las novelas más cultas del siglo XX, podría decirse que “Lolita” es un paradigma de novela. Sin olvidar que, como obra de arte, seduce al lector de principio a fin.
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6 comentarios:
Un profesor, traductor, absolutamente normal, que deja de serlo cuando un deseo perturbador se interpone en su vida. Una ninfa de perturbadora ingenuidad, llamada a dejar de serlo, que vence en el tira y afloja de pasiones que se producen a su paso... Esta novela es grande, muy grande, precisa y cronométrica. "Lolita" es una pieza de orfebrería, con su meticulosidad descriptiva y su inadvertida carga emocional.
Tampoco conviene olvidar que Nabokov escribió una obra maestra en una lengua que no era la suya materna...
La verdad, es que yo no la he leido ni visto, pero me gustaría, si es tal como la describes.
Creo que se puede escribir, de cualquier tema, siempre que se haga, con gusto y elegancia. A estas alturas nadie se espanta de nada.
Mercedes, te diré que ya tengo tu libro.
1 besoooo
Para Javier Sabadell:
Gracias por tu visita y tu comentario, me alegra que hayas puesto estas palabras corroborando las mías.
Un saludo
A Véronica:
Bueno, lo primero, decirte que, cuando te acabes el mío(perdona por ser tan egoísta), te leas "Lolita", verás como me darás la razón. Y lo segundo, pero no menos importante, GRACIAS. La verdad es que me has dado una gran sorpresa al decirme que tienes mi libro. Espero no defraudarte y que lo disfrutes.
Un beso
Me parece que has hecho una fantástica reseña sin destripar el argumento. Yo debía tener apenas dieciocho años cuando la leí, pero coincido con Javier; una auténtica obra de orfebrería.
Un besazo Merecedes.
A Paloma:
Imagino que debes ser una lectora muy madura, como lo demuestran tus poemas, si yo hubiera leído "Lolita" a los dieciocho años... Bueno, no la habría entendido. De nuevo, gracias por tus visitas.
Un beso.
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