Intento imaginarme cómo sería ahora si eliminara de mi pasado todas novelas que he leído; qué parte de mí seguiría intacta. Si hubiese sufrido algún cambio en lo esencial: en mi actitud ante la vida, en mi relación con los que me rodean, en mi día a día, en mi vocación por ciertas disciplinas… Y me doy cuenta de que simplemente sería otra persona: no conocería al mismo nivel el sentir humano, no habría educado igual a mis hijos, no sabría de lugares en los que nunca estuve, no sería tan tolerante y comprensiva (aprendizaje básico para mi rebelde carácter), no sería escritora… La mayoría de los libros (incluidas las novelas) que cayeron en mis manos me enseñaron y formaron, casi siempre para bien, es decir, han sido parte de mi formación; pacientes maestros que se ajustaron a mi ritmo.
Después intento imaginar qué sería de mí en este momento si borrara de un plumazo todo lo que supuso simple diversión o recreo, y me veo la misma. Si acaso, este tiempo, que no considero siempre perdido, en muchas ocasiones me valió para paliar malos momentos y distenderme de las preocupaciones, o para descansar. En otras fue una mera pérdida de tiempo y, de haberlo dedicado a leer, por ejemplo, sí que hubiese intervenido en mi educación.
Por otro lado, qué duda cabe de que la formación o deformación de una persona va a depender en gran medida de su actitud ante cada situación. Es decir, si busco una novela, por ejemplo, que me entretenga, la encontraré; si busco una que justifique mi conducta, la encontraré; y si por el contrario busco una que me haga reflexionar y me aporte conocimientos, la encontraré. Se me ocurren en estos momentos algunas obras, que me cuido de nombrar para no levantar suspicacias, que se venden como rosquillas por estar bien promocionadas, incluso premiadas hasta la saciedad, que son simple y llanamente un insulto a los valores humanos, aunque entretengan e incluso te hagan reír. Hay otros títulos, compañeros de mesa de los anteriores, que te dejan sin pena ni gloria. Aprender y entretenerse no son verbos que no puedan ir de la mano, muy al contrario, aprender puede ser muy, pero que muy entretenido. Lo que ocurre es que lo fácil para el autor es escribir haciendo una descripción más o menos fiel de lo que tiene ante sus narices, sin pararse a reflexionar y denunciar las injusticias sociales que lo rodean, o escudriñar en la trastienda de lo obvio, de una forma más o menos sutil, eso dependerá de su estilo. No encuentro la diferencia entre este tipo de escritores y un periodista del corazón, que se limita a relatarnos chismes de su entorno, o a buscarlos desesperadamente, para tener algo que contar y ganarse el sueldo. Mero entretenimiento. Para mí todos ellos son amaestrados del sistema, y sus obras no aportan nada a la literatura universal, porque al final resulta que son voceros del poder o, en su defecto, que no dicen más que vaciedades o groserías. Con vuestro permiso, y pidiendo perdón de antemano, os trascribo literalmente una de las innumerables frases groseras y absurdas que se pueden encontrar en las “novelas” de uno de los más premiados escritores de nuestro país y miembro de la RAE, adivinen ustedes el sillón que ocupa, dice así: “Tengo la polla en su boca o ella tiene su boca en ella, puesto que ha sido su boca la que ha venido a encontrarla”. A parte de lo soez del lenguaje, no sólo no dice absolutamente nada, sino que además lo dice mal. Repito, esto no es anecdótico, es su manera de novelar. Lo que hace este señor no es literatura, ni es arte, ni aporta nada al ser humano; es mero entretenimiento, como jugar a la Wii. No tengo nada en contra de esta persona, cuidado, lo tengo en contra de los desmedidos halagos que le dedican los que se suponen están encargados de cuidar nuestra cultura. Y me da igual que esté archipremiado, archireconocido y que su curriculum sea más largo que un discurso de Fidel Castro. Yo, cuando me enfrento al mundo lo hago ávida de conocimientos y dispuesta a hacer una lenta digestión, por más que me lo quieran dar todo mascado. El arte en cualquiera de sus formas, tiene la obligación ineludible de ENSEÑARNOS el lado oculto de las cosas, con estilo y un lenguaje cuidado, en el caso de la literatura; el otro ya lo vemos nosotros con sólo abrir los ojos. Esto no es una opinión personal, no os equivoquéis, es el mero sentido del arte. Pero como yo soy una ignorante en vías de aprendizaje y no tengo aún credibilidad, he decidido poneros este video de Vargas Llosa, indiscutible creador de grandes obras, entre ellas novelas inolvidables, que es seguro os inspirará más confianza. Os sugiero que tengáis un poco de paciencia, veréis cómo explica lo anteriormente expuesto por mí, con mucha más sapiencia, como corresponde a su persona.
contador
18 comentarios:
No he podido escuchar a Vargas Llosa (mis altavoces han muerto), pero creo que no lo necesito, lo has expresado perfectamente.
Si me permites y ya que ando enfrascada releyendo a Rilke, le citaré para completar tu magnífica entrada;
"También el arte es sólo una forma de vida, y uno puede prepararse para él, viviendo de cualquier manera, sin saberlo; en cualquier cosa que sea real se está más cerca y se es más vecino de él que en la profesiones senmiartísticas e irreales que, aparantando cierta proximidad al arte, en la práctica niegan y combaten la existencia de cualquier arte, como lo hace la totalidad del periodismo, y casi toda la crítica, y tres cuartas partes de lo que se llama y se quiere llamar literatura."
Muchos besos y feliz Navidad.
Por cierto, creo que pensar sobre la trascendencia de los libros en nuestra vida es una reflexión común a todos los que nos gusta la lectura. Me encantaría que leyeras esta entrada mía;
http://alcobaparalela.blogspot.com/search/label/Recuerdos%20y%20agradecimientos
(No es un poema. Si te es más cómodo puedes ir al final de mi página y pinchar sobre recuerdos y agradecimientos.)
Más besos.
Ya casi se ha perdido, la manera elegante de escribir.
A mi no me gusta para nada, la forma que tienen muchos autores, a la hora de escribir. Lo hacen con grosería, mas propio de una persona ignorante.
La misma cosa dicha de otra manera, queda culta, aporta categoría a nuestra lengua, parece que cada vez se hable y escriba peor.
No voy a citar nombres pero muchas veces, me he quedado con mal sabor al oir a escritores famosos, hablar de una manera que es inverosímil en una persona, que se supone que debe ser culta.
Si ya hablan así a la hora de escribir, eso lo transmiten,en los libros.
Un besoooo
Excelente tu forma de escribir, se nota tu maestría.
Gracias por compartir.
FELICES FIESTAS:
Cálido abrazo.
A Paloma:
La cita que apuntas me parece muy acertada y propia de las personas que, como intentamos tú y yo, somos conscientes de que escribir lleva implícito un compromiso con el arte y la cultura, un compromiso universal; aunque nos cueste muchos disgustos.
Hemos aprendido a amar la literatura a través de esas grandes obras que, ante todo, intentaban elevar al ser humano por encima de su condición mundana, no apuntalarla más aún.
Por supuesto, leeré la entrada que me aconsejas.
Un abrazo
A Verónica:
Cuánta razón encierran tus palabras. A mí también se me hace fifícil entender que personas cuyo oficio es la artesanía pura de la lengua, traten con tanto desprecio las herramientas con las que trabajan: las palabras.
Un beso
A Paco Alonso:
Conociendo la manera en que enfocas tu blog, tus palabras me halagan especialmente. Gracias
Un abrazo
Perdon, por no entender mucho, o casi nada de literatura, pero me atrae tu forma de escribir. Casi todos los dias leo tus artculos, aunque no opine.Te admiro. LAURA
Para Laura:
No tienes que pedir perdón, faltaría más. Me encanta saber que visitas mi blog.
Felices fiestas y un abrazo desde la Costa del Sol.
Mercedes, ¡qué maravilla! Me encantan muchas de las cosas que encuentro por aquí. En este caso, tu entrada, el video, los comentarios de Paloma... ¡uf!, ¡vaya entrada más completa!
Estoy de acuerdo en el mensaje esencial de esta entrada. De hecho, podría dirigirte a varias entradas de mi blog que van en este sentido ("¿Por qué pensar? I", "El mundo de (mis) libros", "El auténtico significado de lo útil"...).
El que accede al mundo del saber en general, con la autoconciencia que tú expones, gana un nivel de comprensión superior para la vida. No hay duda.
Y respecto a Vargas Llosa, me encanta ese hombre. No sé si has leído "Cartas a un joven novelista", ideal y muy al hilo de tu entrada.
Como siempre, Mercedes, un placer.
Besos y Feliz Navidad.
Para Rubén M.M:
Me alegro de que disfrutes con mis enttradas. Viniendo de alguien que tiene un blog tan interesante es un verdadero halago. Visitaré las entradas de tu blog que me indicas, no te quepa duda, y me apunto el libro de Vargas Llosa que me aconsejas.
Un abrazo y felices fiestas.
Amos a ver Dña. Mercedes que parece que hay que escribir bien y decir cosas en los libros para aprendery todos tan contentos y andonos besos. Pues no, lo mismo yo no quiero aprender, o me gusta muchomas un lenguaje soez o de otro tipo. Parece que nos quiere llevar a todos por la senda del buen camino. A mi me gusta Cela o mejor mi vecino Perez Reverte que se cisca todos los domingos en to bicho viviente y dice palabras soeces. Por cierto que me gusta leerlo sentado en el retrete) y asi se me aflojan las canillas. En fin no sigo pero eso si, a cada uno le puede gustar lo que quiera y hay otras formas de enseñar como la vida misma sin tener que leer libros.
Un saludo.
Para Curro:
No puedes ni imaginarte lo de acuerdo que estoy contigo. Es en serio ¡eh! Otra cosa, que es de lo que hablo en la entrada, es que esa literatura sea de primera. Nada más. Que yo también he leido y leo de todo.
Un beso
Este comentario sólo tiene un sentido: que con los demás sume catorce, el doce más uno no me gusta. Una manía como otra cualquiera.
Yo siempre he pensado que no se lee para tener más cultura, sino para adquirir una experiencia más intensa de la vida.
Saludos.
Para Guido Finzi:
Te pregunto: ¿Por qué no se puede adquirir cultura experimentando intesamente la vida? No creo que estas dos aspiraciones tengan que ir separadas.
Un saludo
Sí, no son cosas incompatibles pero, yo creo que hay algo de tipo vital que se sobrepone al mero interés cultural. También hay quienes dicen que leen para entretenerse. Sobre estos, te diré que no termino de creérmelo, salvo en el caso de los individuos cortos de entendederas, de los que me creo cualquier cosa.
Saludos.
Yo pienso que quien sólo busca entretenimiento prefiere el mando del televisor, o jugar una partida de parchís. La lectura, irremediablemente, te exige concentración y poner algo de ti mísmo, sólo esta actitud demuestra la inquietud de la persona.
Saludos
Publicar un comentario