Estas son unas de las imágenes más bellas que nos ha regalado el cine. La fotografía es magnífica y la música una buena compañía mientras leéis.
Hoy quiero hablaros de un tema que seguro a muchos les ha hecho pensar en algún momento de su vida y que trato de manera muy especial en el desenlace de mi última novela publicada: Lobos o corderos. Los seres humanos nos posicionamos sin fisuras ante una injusticia, es decir, cuando tenemos noticia de que alguien está sufriendo a manos de otro no dudamos en ponernos a favor de la víctima y condenamos fervientemente al verdugo. Lógico, enseguida nuestro yo más humano sale a flote y nos indignamos. Todos estamos dotados de una mayor o menor sensibilidad que nos hace reaccionar ante el sufrimiento de nuestro prójimo. Pero yo me pregunto: ¿Está la humanidad claramente dividida entre lobos y corderos? Si echamos la vista atrás y la fijamos en uno de los acontecimientos más dantescos de nuestro pasado reciente, como es la ocupación nazi, se nos pone el vello de punta y enseguida encontramos en los hechos dos grupos muy definidos: los corderos y los lobos, o lo que es lo mismo, los judíos y los alemanes. Se escapa a nuestra comprensión que todo un país fuese cuanto menos cómplice de un loco y sus secuaces; que perpetrara las más horrendas torturas contra todo un pueblo y llegara a asesinar a seis millones de judíos. Y se nos hace incomprensible tales atrocidades porque la mayoría de nosotros somos en potencia buenas personas. Pero yo quiero lanzar unas preguntas al mundo que me he hecho a mí misma mil veces:
—¿Qué pasaría si de repente perdiéramos nuestro trabajo?
—¿Qué pasaría si tuviésemos que empezar a vender lo que hemos conseguido a base de esfuerzo durante toda nuestra vida?
—¿Qué pasaría si lo poco que ganamos trabajando fuese para entregárselo a otros mientras convivimos con el hambre de nuestros hijos?
—¿Qué pasaría si la única esperanza que nos quedara fuese alguien que nos promete recuperar lo que nos han robado?
—¿Qué pasaría si ese líder nos dijera día tras día lo que estamos deseando escuchar?
—¿Qué pasaría una vez que el líder se hiciese con el mando del país y la única forma de sobrevivir fuese seguirlo?
—¿Qué pasaría si realmente dicho líder me estuviese devolviendo la “dignidad” que me robo la miseria?
—¿Qué pasaría si ponerse del lado de las víctimas supusiese arriesgar la vida de nuestros hijos?
—Y por último: ¿Seríamos lobos o corderos?
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12 comentarios:
Yo tengo clara la respuesta, además es lo que se ve dia a dia. Es cierto que todo ser humano tiene un lado bueno, pero es de tontos negar que tambien tenemos un lado oscuro.
Conozco un cuento en que un maestro comentaba a su discipulo que dentro de él vivian dos lobos en una lucha permanente y feroz, el bien y el mal. El discipulo le preguntó entonces que quien creia que ganaría aquel combate y el maestro contestó: Aquel que yo más alimente.
Yo no creo que las personas sean , buenas, buenisimas y otras malas , malisimas. Todo va a depender de las condiciones de su vida y un tanto por ciento de lo que él decida. Es tan cómodo y fácil ser buena persona cuando todo nos va bién y sin embargo ya vemos que ni aún asi se consigue siempre. Lo heroico es que a pesar de vivir como un miserable dentro de una sociedad que despilfarra a manos llenas el dinero en tonterias y ver que aunque todos parecen ser muy solidarios a la hora de la verdad no es más que pura vanidad y ganas de aparentar, resignarse y portarse bien,eso tiene mérito la verdad... al menos para mí.
Somos humanos imperfectos y muchas veces no creo que tengamos ni idea de como podemos llegar a reaccionar llegado a cierto punto.
En cuanto a los nazis y los judios...ufff. Creo que desde que conoci esa parte horripilante de la historia, dejé de creer en un Dios tal y como nos han dicho que es.
¿Os imaginais la de rezos que recibiria pidiendo ayuda de parte de estas personas? Cuantas madres no rezarian hasta perder la fé por un poco de ayuda para sus hijos...en fin...mejor no darle vueltas a la cabeza, porque ya pasó y lo que hay que procurar es que no vuelva a suceder.
Besos
Vaya por delante, que estoy en contra totalmente de la violencia.
Pero creo, que las personas, depende las circunstancias de cada una, actuamos de una forma u otra. Es muy cómodo el trabajo de juzgar, porque no sabemos, lo que nosotros, hubíesemos hecho, en esas circunstancias. Lo dejo ahí
1 besooooo
Lobos o corderos, parte de la dualidad del ser. Inevitable y grotesco comportamiento del ser humano que muéstrase cordero a quién lobo es por entero. Gracias por escribir, gracias doy por encontrarte y por estar ahí. Besotes
hola vengo a agradecer tu comentario en bohemia! veo que sos una profesional de la literatura y es interesante saberlo..yo publique en la red 3 libritos de poemas, e intento dar forma a un cuarto, de mis letras de adolescente,pero no sera para este año!
un abrazo gracias
lidia-la escriba
www.deloquenosehabla.blogspot.com
pasa si queres
A Carmen:
Magnífica reflexión. Estoy totalmente de acuerdo contigo, aunque tal vez en el último parrafo me gustaría puntualizar algo, pero creo que esto da para una conversación más tranquila.
Gracias Carmen, tus opiniones son siempre interesantes y se agradecen.
Un beso
A Verónica:
¡Ah! Esa estúpida manía nuestra de juzgar. Más nos valdría ponernos de vez en cuando frente al espejo, ya veríamos hasta que punto nos escandalizaría lo que arrojase el cristal.
Un beso
A Mer:
Soy yo la que ha de darte las gracias por tu visita y tus comentarios. "Muestrase cordero a quien lobo es por entero", resume muy bien mi entrada.
Un beso
A Lidia:
Te deseo mucha suerte en tu carrera de poetisa, en menudo lío te has metido. Supongo que te pasará como a mí: aunque no estás segura de si lo que escribes es bueno, lo cierto es que lo haces porque es lo mejor que sabes hacer. Por eso escribimos, y sobre todo porque hay un duende dentro de nosotras que nos obliga a drenar nuestras emociones con tinta.
Gracias por entrar. Te visitaré.
Un beso
Encantador blog el tuyo, un placer haber pasado por tu espacio.
Saludos y un abrazo.
Para la sonrisa de Hiperión:
Gracias por pasarte por esta que es tu casa. Como sabes, las visitas son las que dan sentido a un blog, y sin vosotros mis palabras vagarían huérfanas por la red. Espero volver a encontrarte.
Un beso.
Supongo que el ultimo párrafo debe ser donde digo lo de los ruegos a Dios. No, gracias Mercedes, no pierdas el tiempo conmigo porque no me convencerás. Desde que fuí a Lourdes y vi que alli se podian comprar velitas, velas y super-velones me dí cuenta de como funciona todo este rollo. La religión resulta muy cómoda, con rezar nos creemos que todo se arregla y luego claro la suerte se encarga del resto, si la hay ¡Eureka! ¡milagro al canto! que no la hay, pues lo contrario. Que conste que yo creeré en los milagros cuando vea crecerle a un manco o un cojo, el miembro que ha perdido.
Saludos
Para Carmen:
Tu comentario me sorprende, por varias razones:
1ª Das por hecho que es absurdo expresar aquellas ideas que no puedan convencer. No quiero convencerte, quiero encontrar la verdad. Es más, creo que en muchas ocasiones la verdad es el conjunto de muchas opiniones.
2ªCreo que confundes la religión con la fe, una es cosa de hombres y la otra del espíritu. Yo también estuve en Lourdes.
3ª ¿No eras tú la que creías en el más allá? ¿Aquellos que oran no están creyendo en un mundo más elevado?
Un beso.
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