domingo, 15 de noviembre de 2009

OBVIA DIFERENCIA


Antes de seguir con mis peroratas, quisiera señalar que no soy ni feminista ni machista, mi modo de vivir y mi trayectoria me avalan. No soy de nadie, no pertenezco a ningún grupo ideológico porque esto me obligaría a hacer mías las ideas de otros. Es posible que esté de acuerdo en muchos puntos de algunas agrupaciones políticas o de cualquier otro orden, pero no me siento parte de ninguna de ellas. De manera que, para aquellos que me estén encasillando en un color político, quiero dejar constancia de que soy librepensadora, y no entra en mi sueldo hacerme eco de las ideas de otros. Como ya he dicho en varias ocasiones, suelo reflexionar sobre cada uno de los problemas sociales que aquejan a la sociedad a la que pertenezco y, acertada o no, saco mi propia conclusión, aunque no siempre lo consigo. El tema del feminismo/machismo creo que es uno de los más manipulados y explotados de los últimos años. Creo que la mujer, en su empeño de ocupar el lugar del hombre, a veces, consigue perder el suyo. Como dije en la anterior entrada, no somos iguales, ni física ni psíquicamente; constatado científicamente en todos los estudios realizados. Esto marca nuestra existencia, para bien y para mal: nuestra masa muscular es considerablemente inferior a la del hombre, nuestras hormonas nos hacen más empáticas con el entorno y más sensibles, nuestro ritmo sexual es cíclico, nuestro mundo afectivo es más intenso y nos hace ser menos osadas y aventureras… Siempre generalizando, hay excepciones, pero una flor no hace primavera. Yo, como persona, ¡EXIJO LOS MISMO DERECHOS QUE CUALQUIER OTRA!, quede claro. MI VIDA NO VALE NI MÁS NI MENOS QUE LA DE CUALQUIER OTRO SER HUMANO. Y por tanto pido al mundo que me valore por mis méritos como persona y no como mujer, que entiendo es un hecho circunstancial que no he podido elegir. Y ahora me pregunto: ¿Por qué voy a empeñarme en ser albañil si soy incapaz de levantar la mitad de peso que un hombre y supondría pérdidas para el empresario?, por poner alguno de los muchos ejemplos que se me ocurren. Si demuestro estar al nivel que se exige, y como vivo en una sociedad que me otorga los mismos derechos, de acuerdo.


Desde que una mujer se queda embarazada, ella y todos los que le rodean preguntan si será niño o niña, porque, en nuestro fuero interno, todos sabemos que este dato marcará la existencia de la criatura, y no porque pensemos que si es niña será una desgraciada frente a un mundo de hombres, no, de hecho, si ya tenemos niña, queremos niño, y si ya tenemos niño, queremos niña. Si somos tan iguales ¿qué absurdo capricho es este? Pues muy sencillo, porque no lo somos, y, naturalmente, como padres queremos disfrutar y ser partícipes del desarrollo de dos seres humanos que tienen diferencias básicas.

Creo que el abuso de poder de los hombres durante siglos nos puso contra las cuerdas y, al soltarlas, hemos sido disparadas al lado contrario y volvemos a estar en las mismas condiciones, contra las cuerdas.

El otro día alguien me dijo que le parecía injusto que una mujer cuando llega a los treinta años tenga que elegir entre hacer la tesis o tener un hijo. Yo no salgo de mi asombro cuando escucho argumentar de esta guisa. Señores, sencillamente no se puede tener todo, los dilemas se presentan a hombres y mujeres de la misma manera. De esta supuesta injusticia no tiene culpa nadie, es nuestra naturaleza. Como tampoco tiene culpa nadie de que el hombre no pueda parir y amamantar. ¿Qué tenemos que hacer?, ¿ir en contra de la naturaleza para atender los caprichos de unos pocos individuos aunque esto suponga una carga para el grupo? Porque claro, si yo decido ser madre y hacer la tesis a la vez, digo yo, que alguien tendrá que criar al niño, ¿no? Pues hija mía, decide, que todos, hombres y mujeres, tenemos que decidir.

Continuará...

10 comentarios:

Verónica O.M. dijo...

También soy librepensadora, si una cosa está bién, o mal ya es una grandecita para verla.
En lo que respecta, a que hombres y mujeres somos igual, pues yo creo que no.
A mi no me vale ver en la televisión tanta ministra, pues a nivel de calle, las mujeres, no están por encima de los hombres.
Soy mujer y aunque cambiaría muchas cosas, de lo que estoy segura es que no me cambiaria aun pudiendo, por ser un hombre.
Te mando 1 beso

Mercedes Pinto dijo...

A Verónica:
Ni por encima ni por debajo, pienso yo, simplemente entre hombres y mujeres existen obvias diferencias que no entiendo por qué nos empeñamos en negar.
Un beso

Curro dijo...

Vamos a ver si acierto o meto la pata. Yo creo que el feminismo es una argucia naturalmente inventada por las mujeres, para su beneficio personal. Las mujeres son muy listas, mucho mas que los hombres pero no les interesa descubrir este asunto y dejan que sean los hom,bres lo que se lo crean. No me cabe la menor duda que si las mujeres quisieran hace mucho tiempo que serian ellas las que mandasen habiendo relegado al hombre a animal de compañia. Pero es mucho mas comodo relegar a en el hombre, eso si hasta un punto, y sin que se pase.
Lo de albañil señora Mercedes no es porque quiza rindiese menos al ser un trabajo ficico, no sino porque es un trabajo muy fatigoso y sucio digamos y eso no lo va a hacer ninguna mujer. Un ejemplo en la policía que hay hombres y mujeres, ya se las apañan ellas para nada mas ingresar colocarsen eo oficinas o en puestos donde o se trabaje poco o no tengan que cargar con el trabajo sucio de la delincuencia. Ademas para ingresar las pruebas ficicas son diferentes. Ahí no se quejan.
Luego seguire que me tengo que ir. porque voy a hablar de las que estan en su casa sin dar palo al agua mantenidaspor el tonto del marido.

Mercedes Pinto dijo...

Amigo Curro, a ti si que te van a preparar una hoguera, pero con una pira pequeña, para quemarte lentamente. Siento decirte que no estoy de acuerdo con tu opinion. Por supuesto que la mujer es capaz de someter al hombre y, si pudiera, lo haría por la fuerza, pero, al igual que en el hombre, generalizar es injusto. Tengo la sensación de que atacas el feminismo con el machismo, y nada más lejos de mi intención. Sobre el oficio de albañilería, perdona pero no estoy de acuerdo con tu argumentación, es meramente una cuestión de testosterona y masa muscular, pero voluntad y rendimiento, entendido como dar el máximo de uno mismo, a partes iguales. Fíjate que yo misma he realizado muchas veces trabajos de lo más fatigosos y sucios, como limpiar los excrementos de ancianos y niños después de estar varias noches sin dormir. Díficilmente se puede superar eso. Y sobre la mujer policía, frente al hombre "policío", naturalmente que no tenemos más remedio que ocuparnos de la parte administrativa y, con suerte, a la mera investigación; la posibilidad de que una mujer reduzca a un criminal es muy inferior a la de un hombre.
Un saludo desde Málaga

Curro dijo...

Es mi turno de replica. Insisto no he visto ninguna mujer trabajando de albañil ni tan siquiera la excepcion esa que confirma la regla. Niguna, por algo seraaaaaaaaa.
Respecto a las ocupaciones de la casa que digiste el otro dia lo veo estupendo nada tengo que decir, es solo un reparto de tareas entre ambos, pero lo dice como si fuera cuando la seccion femenina inculcaba a las mujeres las tareas del Hogar ! Ahhhh que tiempos!bueno tampoco era eso. Yo mismo compartí esas tareas tambien sin ningun problema.
Pero ahora viene lo otro. Recuerdo cuando llevaba a mis hijos al colegio por las mañanas y una serie de madres muy guapas por cierto, cuando habían dejado a los crios se iban a tomar sus cafes y demas cosas y se tiraban toda la mañana en la cafeteria. Naturalmente no tenian tiempo de hacer la comida ni de nada. Eso si sin parar de mirar a todo el que entraba, e incluso decirle algo. Lo digo por experiencia. Claro al medio dia a comprar comida por que si no el maridito se quedaba a la lima y al limon. A la tarde con esa vida tan sufrida y habersele puesto los pelos de punta, entonces a la peluqueria y por la noche estaba tan cansada que por supuesto tenia que irse a la cama a dormir, claro.
Ya se que sere fusilado al amanecer pero lo que yo engordo al escribir esto no tiene precio.
Un saludo Doña Merecedes.

Mercedes Pinto dijo...

No te imaginas cuánto me alegra que disfrutes escribiendo tus experiencias en este blog. Pero, siempre el puñetero pero, sino no habría debate, permíteme que te replique, mujeres que se pasan la mañana tomando café, estoy convencida, hay el mismo número que hombres; la pereza no es patrimonio de las féminas. Yo no quiero recordarte la cantidad de hombres que veo por doquier sujetando horas y horas las barras de las tascas. Reconócelo, esto no es un vicio de mujeres. Deberás buscar otro argumento.
Un saludo

Kharmen dijo...

Bueno Curro, ¡tampoco exageres!. ¿Por estar en casa ya no tienes derecho ni a ir a tomar un cafe con las amigas? ¿No pretenderas que nos quedemos todo el dia encerradas limpia sobre limpio o haciendo ganchillo? ¡Eso es injusto!.
Hablais de paletas y trabajos duros; esta claro que una mujer fisicamente no tiene la misma fuerza que un hombre, pero es que yo no entiendo porque en cuanto se abre la boca para pedir la igualdad en algo, enseguida nos mandan a descargar sacos...como si todo en la vida se limitara a levantar sacos... ¡Hay que joderse!
No tenemos la misma fuerza fisica, pero tenemos otras ventajas de las que vosotros careceis. Yo no veo el problema por ningun lado, ¡a igual trabajo, igual salario! lo contrario seria injusto.
Aqui de lo que se trata es de que la sociedad no condicione a nadie, especialmente a las mujeres que somos las que siempre nos hemos llevado la peor parte. ¿Que quieres dedicar tu vida a tu familia y a tus hijos? No hay problema, ¡hazlo!. ¿Que quieres tener tambien una vida laboral además de la familiar? Pues tambien se puede hacer, con más quebraderos de cabeza, que duda cabe, pero se puede hacer. Además en muchas familias no es una cuestión de hobbys sino de necesidad. Los sueldos de hoy en dia no dan para milagros, ¡si!, ¡si! ya se que se puede pasar con menos cosas , y hasta con un mendrugo de pan y agua, pero ese no es el caso.
Además si tenemos en cuenta que muchos hombres no valoran el trabajo de su compañera en el hogar, ¿para que quedarse? Mejor nos vamos a trabajar y repartimos las tareas. Ellos lo van a agradecer más y nosotras vamos a disponer de una libertad economica propia muy, pero que muy agradable.
Lo malo es la crisis y que los años tambien condicionan. Vivimos en una sociedad que te condiciona por todo, por el fisico, por el genero, por la edad...ufff
No se si me he saltado algun punto porque ya sabeis que pasa cuando uno se pone a escribir que aunque luego lo releas, siempre te queda algo en el tintero.
Pero bueno, la cuestión es que creo que en este punto , estamos todas de acuerdo. ¡Menos Curro! Vamos a tener que tirarle de las orejas.

Besos

Mercedes Pinto dijo...

A Carmen: Bien dicho Carmen, yo no hubiese explicado mejor.
A Curro: Ya ves, Curro, esta vez te has quedado solito. Pero me encanta que te desahogues en mi blog, y a veces nos aportas puntos de vista muy interesantes.

Midhwen dijo...

Hola, Mercedes! Por fin me he podido parar un ratito a leer algo de tu blog, aunque hay tantas cosas que creo que tardaré en ponerme al corriente. Me encanta que este blog se haya convertido en un lugar de debate sobre temas como éste, es muy interesante. La verdad es que no tengo mucho más que aportar, además de lo que ya habéis dicho Carmen y tú. Me temo que yo también soy de las que opinan que entre hombres y mujeres hay diferencias naturales que deben estar ahí, entre otras cosas, por el bien de la especie (me tira mi lado científico, lo reconozco), y que no pasa nada malo por esto, más bien al contrario. Es más, desde el momento en que necesitamos dos palabras distintas para definirnos (hombre y mujer) ya es bastante obvio que no somos la misma cosa, no? Pero, simplemente, ser distintos no significa que unos sean más o menos que los otros. No soporto el machismo, pero me caen igualmente mal las feministas recalcitrantes que invierten su energía en luchar para que se digan aberraciones como "miembros y miembras" en vez de para que mujeres y hombres que realizan el mismo trabajo cobren lo mismo, por ejemplo. Creo que la lucha feminista está mal enfocada, por decirlo suavemente. Por cierto, Curro (encantada de conocerte, por cierto), yo tampoco he visto mujeres albañiles... tal vez sea porque no estamos suficientemente capacitadas físicamente, no lo sé, habría que comprobarlo... igual no hay muchas mujeres que hayan ido a solicitar ese tipo de trabajo... pero yo me pregunto qué posibilidades de conseguir el empleo tendría una mujer que se atreviera a ir a una obra a pedir trabajo como peón de albañil, por ejemplo. Me estoy imaginando la escena...

Mercedes Pinto dijo...

A Midhwen:
Después de leerte y comprobar que el concepto de igualdad que tienen algunos grupos de feministas extremistas aún es puesto en tela de juicio por muchas de nosotras, sólo puedo decirte que me complace saber que seguimos siendo muchas las MUJERES que no hemos perdido raciocinio; que orgullosas y conscientes de nuestro género pedimos nuestro merecido puesto en el mundo valiéndonos de nuestros verdaderos valores, que son muchos, unos comunes a los hombres y otros no.
Bienvenida a nuestros debates y gracias.