lunes, 9 de noviembre de 2009

El cinturón


Hace unos días escuché una noticia en los informativos que intentado comprenderla me dejó sin aliento: “Tres de cada diez menores fallecidos en accidente de tráfico no llevaban cinturón de seguridad”, literal. Os dejo que penséis y, cuando hayáis optado por tomaros una aspirina, continuaremos…...........................................................................................................................................................................
Tranquilos, no sois bichos raros ni estáis sufriendo enfermedad cerebral alguna, yo me he hecho las mismas preguntas: ¿Querrían decir que de llevar todos el cinturón hubiesen perecido con todas las de la ley? O, al contrario, que de no haberlo llevado ninguno habrían fallecido ilegalmente. ¿Qué forma de redactar una noticia es ésta y en qué medida beneficia a la normativa de la D.G.T? Así nos va. Yo, que tuve la suerte de cursar una de las últimas promociones de la E.G.B y me enseñaron que la información hay que masticarla, digerirla y elaborar posteriormente un juicio basado en la reflexión, me doy cuenta de que, tal vez por falta de preparación académica, han terminado diciendo lo contrario de lo que querían decir. Porque el titular, se mire como se mire, sólo informa que da igual llevar el cinturón o no, mientras haya conductores desaprensivos que piensan que las leyes están hechas para tontos, a nuestros pequeños no los salvaran del tortazo ni el cinturón ni el ángel de la guarda. Cualquier ciudadano que hubiese estado atento a la noticia habría puesto mentalmente una coletilla, quedando el titular de la siguiente manera. “Tres de cada diez menores fallecidos en accidente de tráfico no llevaban el cinturón de seguridad, de manera que ya pueden ahorrarse el coñazo de atar a sus hijos al coche, porque da igual peer que chiflar”. Pero no, la D.G.T no quería de ninguna manera decir tal cosa, quería resaltar la importancia del cinturón. ¡Pues que lo hubiese dicho, narices! Después de todo tienen suerte los encargados de redactar estas noticias: los cretinos hacen caso omiso y los sensatos practican la prudencia por método. ¿Cuándo vamos a dejar de gastarnos el dinero en elaborar campañas publicitarias para invertirlo en educación? Yo desde luego me pongo el cinturón, y se lo pongo a mis menores, no sin antes explicarles que conducir con prudencia es un acto de respeto a mi prójimo y a mí misma, y una muestra de amor a la vida.

2 comentarios:

Verónica O.M. dijo...

Yo creo que lo que falta es seriedad, a la hora de dar una noticia.
Y el cinturón de seguridad siempre puesto.
1 beso

Kharmen dijo...

Si no fuera porque la noticia es triste me reiria con ganas. Supongo que aqui ha sido un despiste del redactor, porque sino es asi desde mañana solo me pondré el cinturón de seguridad cuando vea aparecer la policia. NO me gusta ir aprisionada en el coche...pero bueno aunque solo sea por no ir pagando multas me lo pongo.
Besos