Estimados blogueros: alguien que ha leído la anterior entrada parece ser que se ha quedado con ganas. Me tira de la lengua ignorante de cuan larga la tengo. Y yo, que padezco de exabruptos crónicos, no he resistido la tentanción de contestarle: Señor don Curro, me pide usted que comente mi parecer sobre los culturetas del sistema o bufones del poder, como más le guste; pues bien, intentaré ser breve:
Como imagino que se refiere usted a los oscarizados, osoorizados y exsuperventas (porque con esto de internet ahora no se venden ni los discos de frenos y los "pobres" cantantes tienen que vivir de las rentas, conciertos y promociones de pastillas de alcachofa, algunos hasta se atreven con el cine), me lanzo a la piscina sin que me duelan prendas. A los que tienen menos de cuarenta los medio perdono, y mucho más a los que han tenido las agallas de irse a Miami, los pobres entre el dinero y la reforma de educación que les tocó en suerte han terminado con el cerebro como una piedra pómez. Pero a los que vitorearon al pequeño dictador, luego se escondieron con el rabo entre las piernas durante la transición y resulgieron con la democracia para hacerse portavoces de nuestro sistema de derecho, a esos no los perdono. Porque, no se cómo, me da que independientemente del emperador del momento siempre han conseguido pingües beneficios. Sé de algunos cantautores que en su momento compusieron para el dictador, luego sus mujeres se destaparon para la recien estrenada democracia, más tarde gritaron no a la guerra y, exhaustos, ahora descansan en sus lujosas fincas con los bolsillos a reventar. Es ésta una gran habilidad, la de sobrevivir a cualquier régimen, como Pedro Erquicia, el presentador de Documentos TV. Lo más curioso es que algunas de las canciones que escribieron todavía, al recordarlas, me ponen los pelos de pie, algunas eran muy, muy buenas. Ya no podrían escribir ni cantar de forma parecida.
No es que yo tenga nada en contra de los cantautores, de sus meninges han salido verdaderas obras de arte; pero que no se autoproclamen cantantes protesta si no son capaces de mantener más de cuatro años su compromiso ideológico ¡puñeta!, que canten al amor, como Jose Luis Perales.
Con los actores, más de lo mismo; con una diferencia: no se van a Miami porque estarían demasiado cerca de Hollywood, y si los pillan...
5 comentarios:
me encanta como escribes MERCEDES, y te doy mi enhorabuena,te animo para que nunca dejes de ser asi de sincera, ya veo que tienes un defensor, pues bien tambien una defensora.
No esperaba menos de una mujer tan valiente. Pero para valienteestá el atreverse con una novela en la que se mete en la piel de un hombre contrariamente a muchas mujeres que escriben. Por cierto que me estoy aconstumbrando a sus escritos y ls leo con avidez como si fuera una droga. Un saludo
Muchas gracias señor don Currro, es tal vez que me encuentre valiente el uno de los halagos que más me satisfacen. Le recomiendo que esté atento a la próxima entrada, puede que suscite su interés.
Saludos desde Málaga
Pues a mi no me desagrada el Perales...a su manera tambien echaba un capote protestón y sino que es la canción de un Velero llamado Libertad?
Besos
Llevas razón Carmen, y siento que pareciera en mientrada que a mi no me gusta Perales, nada más lejos de la realidad. Pero dejame decirte que la libertad es un concepto muy abstracto y que no se compromete demasiado, de hecho, su repertorio, mayoritariamente, está dedicado al amor.
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