A todos los que no pueden acostarse una noche sin leer, o a los que escriben o quisieran.
martes, 3 de noviembre de 2009
La tristeza
Hay un sentimiento común a los seres humanos: la tristeza. A veces nos asalta sin saber por qué y otras tenemos motivos sobrados. Es ese momento en que nos sentimos faltos de cariño, de comprensión, de halagos... Es como si estuvieramos solos y a oscuras; como si no viéramos al final del camino esa luz que nos guía casi siempre. Generalmente, la tristeza precede a un tropiezo reiterado. Hemos caído en la trampa tantas veces que perdemos la esperanza de burlarla; cuando más caes más difícil se hace levantarse. Da igual el motivo: siempre la misma desavenencia con la pareja, o haber vuelto a pronunciar esa frase desafortunada que molesta a quien más quieres, tal vez es que no fuiste capaz de decir te quiero en vez de gritar, o porque alguien a quien quieres sientes que se aleja, también nos ponemos tristes porque ya no tenemos las mismas ganas por las cosas de antes, a mí incluso me pone triste que cada vez haya menos gorriones, y no digamos cómo nos apena la sangre que mana de nuestros televisores generalmente a las tres de la tarde, nos produce desconsuelo incluso el llanto de un niño, o porque no conseguimos hacernos entender, o porque sí, porque en ese momento la vida no nos compensa y estamos cansados de luchar sin avanzar. Los más desafortunados se ponen tristes porque no tienen opción; ya no tienen quien les diga te quiero, o tienen hambre, o peor aún: tiene hambre sus hijos, o ya nos los tienen, algunos viven rodeados de muerte... ¡Cómo no estar triste! Tranquilos, estar triste es estar vivos, y estar vivos es tener la única oportunidad que conocemos de volver a ser felices. ¡No es maravilloso! La tristeza es inherente al amor por la vida. Tienes suerte de poder estar triste. Además, no es cierto que estemos tan solos en esos momentos; siempre hay un buen libro dispuesto a hacernos compañía.
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1 comentario:
Muy bonita la descrpcion que haces de la tristeza, hasta me has hecho llorar y la final sonreir por estar viva y sentir tristeza de vez en cuando. Gracias.
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