miércoles, 23 de marzo de 2011

SIN PERDÓN



De Ángeles Hernández Encinas.



Todavía  le obsesiona la mirada incrédula y agónica del hombre al que mató. Diez  años en prisión no han servido a su conciencia para aplacar el desasosiego. La sociedad le ha  perdonado, ha expiado su culpa de acuerdo con la ley,  mas el remordimiento continúa atormentándole día y noche.

Hizo desaparecer de la faz de la tierra a la persona que convirtió la vida  de su madre en un infierno.  Ella, que consentía todo tipo de golpes y vejaciones, hoy  ha recuperado la calma. Él sin embargo, no cesa de repetirse: “soy malo, soy malo”.

50 comentarios:

Máximo Cano dijo...

y por que se sentía culpable?

Ángeles Hernández dijo...

Por haber matado a un hombre.
La culpa es una emoción muy difícil de manejar y a veces ambivalente.

Un abrazo y premio al primero del post Á.

Fiaris dijo...

Real!!!real!!! en estos tiempos.
abrazo amiga.

Ángeles Hernández dijo...

Gracias Fiaris por tu entusasta y conciso comentario. Un abrazo de Á.

Cayetano dijo...

No estamos programados para sembrar la muerte, aunque el difunto haya sido un canalla. Sólo los psicópatas duermen tranquilos porque carecen de empatía y de remordimientos. Bueno, luego están los que justifican la pena de muerte, aunque saben de sobra que sólo son condenados los pobres y los negros. También están los verdugos. Muchos de ellos miran para otro lado porque piensan que su trabajo alguien tiene que hacerlo. Otros, sin embargo, no aguantan la presión y acaban dejándolo. Me viene a la memoria la película de "El verdugo".
Un saludo.

Ángeles Hernández dijo...

Cayetano:

"No estamos programados para sembrar la muerte". Creo que has dado en el quid del sufrimiento del homicida de este microrrelato.

El resto de explicaciones, son eso excusas o subterfugios que quedan en el subconsciente. >Un abrazo Á.

josefina dijo...

Sentirse culpable y vivir con remordimiento es lo peor.
Un beso

Ángeles Hernández dijo...

Algún día uno debiera perdonarse a sí mismo para poder querersen y recomenzar en paz.

Un abrazo Á.

Fernando dijo...

La terrible contradicción del espíritu. La duda inexorable que nos atormenta. La historia que siempre nos han contado de buenos y malos. Nuestra falta de definición de los principios. A veces no sabemos qué hacer y cuando lo hacemos creemos habernos equivocado. La terrible naturaleza humana. Un fuerte abrazo, Angeles.

emejota dijo...

Algo en su interior le está gritando que las cosas nunca suelen ser cómo se las contaron. Hay que ser muy valiente o muy insensible para asumir el lastre ancestral. Duele. Un fuerte abrazo.

Amando Carabias dijo...

Nunca nos hicieron para tomarnos la justicia por nuestra mano. El odio hasta culminar en el homicidio, puede resultar así de cruel.
Micro para dejar en el corazón un profundo interrogante

curro dijo...

Ningun animal, excepto el hombre mata por placer, eso es lo que nos distingue de los animales y nos hace mas animales. En este caso, el haber quitado de enmedio a esa persona, por lo que dices, tampoco esta justificada, ahora bien, arrancarle la piel a tiras sin matarlo claro no estaría mal. Un abrazo

Flamenco Rojo dijo...

Estamos llenos de contradicciones, pero no debemos olvidar que cada uno es dueño de las suyas. Me gustó el micro.

Un abrazo.

Ángeles Hernández dijo...

Fernando:

Contradiccines ¿quién no las tiene?, intentemos definir principios para que al menos sepamos cuando hemos errado.
Un abrazo Á.

Anónimo dijo...

No hay juez mas duro que uno mismo.
Además creo que no hay disculpa
para quitar la vida a otro ser humano, por buena que sea.
Excelente entrada Ángeles, no se si
la situación es real, pero puede
serlo perfectamente.

Mercedes quiero felicitarte efusivamente, he leido tu libro y me
ha gustado mucho, me ha emocionado profundamente en ciertos pasajes y
el final...... es sorprendente.
Besos a las dos.

Ángeles Hernández dijo...

emejota:

Este `pst esta desencadenando respuestas muy profundas, tanto come esta tuya "hay que liberarse del lastre ancestral".

Un abrazo Á.

Ángeles Hernández dijo...

Y sin embargo, Amando, es muy habitual que la cólera y la impotencia lleve a la resolución prsonal e expeditiva de los conflictos.

Gracias por tu reflexión y un abrazo Á.

Ángeles Hernández dijo...

Curro: matar por placer y no por supervivencia, ¿es este el caso?,

Gracias por tu comentario, pero n comparto el último de las tiritas, uffff.

Un abrazo Á.

Ángeles Hernández dijo...

Gracias Ángela: solo cada uno conoce las razones verdaderas de sus hechos y esas no se disfrazan con subterfugios.
La historia está basada en un hecho real y triste, por eso es más impactante.

Un abrazo Á.

Kurra dijo...

No hay nada mejor que tener la conciencia tranquila y poder ddrmir agusto.
Un beso.

Máximo Cano dijo...

Curro:

Los animales también matan por placer.

No has visto a algùn gato cazando a un ratón, jugando con él hasta despedazarlo?

o como a la paloma débil del palomar se la cargan entre sus compañeras?.. lo mismo pasa con los toros débiles... sus compañeros se divierten matandolo.
(y no le echemos la culpa al instinto)

... o como un caballo cocéa a álguien determinado, como quién no quiere la cosa,... con mala idéa?

Creo que existen infinidad de ejemplos que contradicen tu idéa.

Saludos.

Primavera dijo...

Remodimientos de conciencia, algunos si lo tienen, supongo ,pero otros creo que les gusta hacerlo y disfrutan con ello...que encima cuando salen vuelven a repetir la jugada.
Primavera

Ángeles Hernández dijo...

Kurra, con los deberes hechos y las obligaciones cumplidas , la conciencia debería estar tranquila.
Aunque ya no es de noche: que descanses.
Un beso. A.

Ángeles Hernández dijo...

Máximo: Gracias por el capote, un abrazo. A.

Ángeles Hernández dijo...

Primavera: los psicópatas padecen y hacen padecer un mal que consiste en no tener conciencia del mal que pueden hacer a otros.
Aunque no parece este el caso de este relato .

Un abrazo. A.

Anónimo dijo...

Ay, la culpabilidad...nunca abandona a su presa.
Me ha gustado mucho.
Un beso :)

Javir dijo...

El caso es que hay que ser bueno para tener un sentimiento de culpa tan fuerte..

Un abrazo

Ángeles Hernández dijo...

Blanca, quizás si cambiamos culpa por responsabilidad no seria tan difícil.
Un abrazo. A.

Ángeles Hernández dijo...

Javir: tendré que cambiar entonces las frases finales y decir: " soy bueno, soy bueno" .

El no lo siente así.

Gracias y un abrazo. A.

Anónimo dijo...

La diferencia está entre ser un asesino y asesinar. Los asesinos no pestañean, no tienen conciencia de acabar con una vida. Hay asesinos accidentales, gentes que responden a situaciones de manera desesperada. Esos, sufren su conciencia de por vida. Pese a tener motivos de peso en ocasiones.

Anónimo dijo...

De estos casos muchos tenemos hoy
día aquí creo que és más penoso
aún, yo deduzco que el asesino es
hijo del asesinado,realmente
triste historia.

V.C.

Princesa115 dijo...

Pienso que tiene sentimientos cruzados, porque aunque se sintiera aliviado cuando su madre dejó de sufrir, ahora la culpabilidad no lo abandona.
No se puede juzgar a nadie...hay que vivirlo para sentir.
Buen relato

Un beso

Marisol Cragg de Mark dijo...

El sentimiento de culpa no desaparece aunque nos perdonen. Éste vive por siempre encarcelado dentro de uno. Y más si lo hecho está cubierto de sangre.
Te dejo un cordial saludo desde Alemania.

Maria Rosa Ferré dijo...

Querida Ángeles, un relato corto pero tan realista que pone los pelos de punta. Es una triste realidad de nuestros dias que ven como única salida la eliminación del ser torturador de un ser querido. Debe de ser muy fuerte una experiencia como esta, porquè sus demonios le perseguiran de por vida, a pesar del alivio.
Un abrazo desde Barcelona.

José Antonio del Pozo dijo...

Es fantástico cómo en dos párrafos has sintetizado a la perfección tres existencias atormentadoras y atormentadas. Yo necesitaría diez folios y ni así. Chapeau.
Estoy de acuerdo con Javir: los malos malos son los que no tienen problemas de conciencia.
Un abrazo, Ángeles

Mercedes Pinto dijo...

Amiga Ángeles, perdona mi tardanza, no sabes cómo estoy de ocupada últimamente. Pero aquí estoy, para decirte que, como siempre, me ha encantado tu pequeño relato. Creo que sabes cuánto admiro a quien es es capaz de decir mucho con pocas palabras, como tú lo has hecho hoy.
Un abrazo para ti y los seguidores.

Ángeles Hernández dijo...

Gracias Nines por tu filosófica distinción . Un abrazo Á.

Ángeles Hernández dijo...

VC Tu versión es aceptable ¿Quién sabe?.

Un abrazo fuerte Á.

Ángeles Hernández dijo...

Princesa, gracias por tu aportación a este escueto micro que da para tanto.
Un abrazo Á.

Ángeles Hernández dijo...

Marisol:

Gracias por seguir este blog desde Alemania, es verdad que el perdón ha de venir desde dentro, pero hay que intentar hallarlo.
Un abrazo Á

Ángeles Hernández dijo...

Marçia Rosa:
Es un placer tenerte por aquí con tus comentarios serenos y profundos, un abrazo Á.

Ángeles Hernández dijo...

J. Antonio:, Gracias por tus palabras que animan a seguir creando historias o microhistorias condensadas.

¿Mals y buenos?, Quién lo sabe.

Un abrazo Á.

Ángeles Hernández dijo...

Querida jefa:

Espero que tus ocupaciones sean productivas y favorables. Gracias por dedicarme unos segundos de tu tiempo y tu aprecio.

Un abrazo Á.

cassandra dijo...

Es tan compleja la existencia que nos es dificil descubrir el interior de cada ser humanano para darnos cuenta que somos tan distintos pero iguales,y que no todos tenemos conciencia, muy bueno felicidades un abrazo

Elvira Daudet dijo...

Estupendo y penetrante relato, Ángeles.
Voy a permitirme contradecir a mi admirado Amando; nuestros genes tienen asimilado el crímen desde el principio del mundo. La primera historia negra nos la cuenta la Biblia: el asesinato de Abel por el fratricida Caín. Mucho más cruel e injusticado que el del desdechado protagonista de Ángeles.

Besos
Elvira

Amando Carabias dijo...

Querida Elvira, es posible que tengas razón. Es tan difícil llegar a penetrar en la historia para llegar justo al principio.
Si bien es cierto que puestos a mirar la historia de Caín y Abel, ese odio que desemboca en lo criminal, también podríamos retroceder unas pocas páginas, en el mismo libro, y contemplar la visión del primer poeta que escribió estos relatos que explican nuestro más hondo ser, acaso nuestro código genético.
¿Si es cierta la esencia de la historia de los hermanos, no se podría considerar igual de cierta la esencia de la arcilla convertida en hálito de vida, donde no sólo no había odio o crueldad, ni siquiera había egoísmo, ni siquiera afán de avaricia...?
Ya digo, de todos modos es posible que tengas razón. Tan ancestral es nuestra crueldad que si no es genético en el minuto cero de la creación o la evolución, desde luego empezó a jugar en la primera parte del partido.

mariarosa dijo...

Una historia muy actual.
La culpa no es facil de quitar de la conciencia.

mariarosa

Ángeles Hernández dijo...

GraciasCasssandrapor tu comentario y tu felicitación, hacer un comentario excelente.
Un abrazo Á.

Ángeles Hernández dijo...

Gracias Elvirapor visitarme y dejar tus impresiones. No entro en la polémica con amando porque creo que los dos tenéis razón, sobre todo porque a mi parecer el instinto destructivo es muy variable según circunstancias, ejemplos , tendencias, cultura etnica etc, etc,,,,,mucha tela.

Un abrazo Á.

Ángeles Hernández dijo...

Maria rosa, graciaspor venir. La culpa podría quitarse, cuando se elabora y se comprenden las razones, puede uno llegar a entender lo que hizo y asumirlo, no como algo positivo sino algo que paso en un momento determinado con unos condicionates específicos. +

Un abrazo Á.