4 de marzo de 1980, Hospital regional del INSALUD
No sabía si sería niño o niña y, tras varias horas de un dolor desgarrador, casi insoportable, por fin estaba en el paritorio. Ahora, con el camino hecho, a empujar. Si todo iba bien, en menos de una hora la joven Ana sería madre por primera vez. Se sentía exhausta pero el momento final era inminente y dejó a un lado el cansancio para darse toda, para seguir pariendo a su hijo; las pocas fuerzas que le quedaban se multiplicaron por cien: “Adelante, un poco más”, “venga que se ve la cabeza”, “ahoooooora, ya está. Es niña, escucha como llora…”. Lloraba la niña para demostrar la potencia de sus pulmones; lloraba la madre porque así se lo pedía el cuerpo.
Todo fue bien no hubo ningún problema. La niña, Helena, nació espléndida, sonrosada, hermosa, con pelo negro abundante y ojitos cerrados. La emoción que Ana sintió cuando vio surgir de entre sus piernas un ser vivo, que pataleaba y lloraba, que ya no era parte de ella sino alguien nuevo y diferente, se moviente y se viviente, la envolvió en una oleada de gozo, de satisfacción y de amor por todos: por su hija, por el padre de la niña, por sí misma, por el mundo en general… Una emoción que nunca antes había sentido , consciente y lúcida, de que quería a esa personita que acababa de salir de su cuerpo, como nunca había pensado que se podía querer.
Cuando un poco más tarde, la llevaban a su cuarto en una cama de ruedas, conducida por un celador silencioso a través de los pasillos enormes y vacíos del gran hospital, se sentía inmensamente feliz. Tiritando, presente aún el dolor físico -mucho mayor de lo que sus peores expectativas habían previsto- una inquietud ensombrecía ese momento único e irrepetible: De manera obsesiva, machacona y absurda, invadía su mente un extraño pensamiento de protección: “Es hembra, tendrá hijos y ese día, deberá sufrir tanto como yo he sufrido hoy”.
Mas, cuando consiguió acunar ampliamente a la niña entre sus brazos, la sombra huyó iluminada por el rayo de la vida, la que Ana recibió de su propia madre, la que ahora ella, quería y podía regalar a Helena.
Querida Helena, hija: hoy hace treinta años que naciste : "Muchísimas felicidades" .
Treinta años han pasado desde que nos conocemos.
Me gustaría darte las gracias por la cantidad de cosas que hemos compartido y por lo que he aprendido a tu lado. Eres una gran persona y te deseo, de todo corazón, que seas madre de una hija tan maravillosa, como la que yo he tenido la suerte de tener.
Me gustaría darte las gracias por la cantidad de cosas que hemos compartido y por lo que he aprendido a tu lado. Eres una gran persona y te deseo, de todo corazón, que seas madre de una hija tan maravillosa, como la que yo he tenido la suerte de tener.
Un abrazo muy fuerte y apretado con el que quisiera dártelo TODO. Todo en forma de amor, como el que de ti recibo a diario. Te quiere que te adora,
Mamá.
Mamá.
66 comentarios:
¡Un fuerte abrazo!
Me encanta que seas feliz. Aorovecha ese gusanillo de la literatura para pescar a inocentes gaznápiros que transitan por estos cielos. Un fuerte y cariñoso abrazo.
Que hermoso texto.
Ángeles tiene el don de escribir con dulzura, transmites el momento del parto con la sensillez de una gran escritora.
Saludos.
mariarosa
Un texto precioso.
Algo que los hombres jamás podremos experimentar por mucho que queramos a nuestros hijos. Sana envidia de ser madres y poder llevar un hijo tuyo en las entrañas.
Un saludo.
Bonito momento y bien descrito.
No hay dolor mejor recompensado que el del parto. Ahora tienen suerte, reciben la recompensa sin dolor, ya me hubiese gustado a mí.
Mis felicitaciones a Helena por sus treinta abriles, y a esa madre tan orgullosa y feliz con la que me identifico totalmente.
Pensándolo bien, de todo lo vivido, hubo tres momentos de los que jamás me arrepentí; me has hecho recordarlos y mi corazón se ha alegrado.
Bella narración, amiga Ángeles, muchas gracias por compartirla.
Abrazos, para ti y los seguidores.
Felicidades a las dos, madre e hija.
Un fuerte y cariñoso abrazo.
hermoso y realista texto,felicidades madre e hija.
un abrazo buen finde.
Enhorabuena por el texto...Y por si acaso éste fuera real, felicidades para Helena y para su orgullosa madre.
Un abrazo.
Gracias Miguel Angel: Otro para ti Á.
Gracias Fernando: Veo que poco a poco te vas recuperando mientras el gusanillo de la literatura no sigue uniendo y nunca nos abandonará.
Un abrazo Á.
Gracias mariarosa, me gusta lo que dices de la dulzura y sencillez, a ver si lo consigo, un abrazo Á.
¡FELICIDADES!
Cayetano, es verdad que no podéis sentir esta sensación de creación absoluta en vuestro propio cuerpo, pero algunos hombres, como tú, tenéis sensibilidad para entenderlo.
Un abrazo Á.
Maria Jesús:
Tus comentarios concisos me llegan al alma. Muchas gracias por seguirme y un abrazo Á.
Querida Jefa:
No sé cuales son los otros dos momentos que te he recordado a parte del nacimiento de tus hijos, pero me alegro de contribuir con esta humilde prosa, a regalarte un poquito de felicidad.
Un abrazo fuerte de Á.
Pluma Roja:
Gracias en mi nombre y en de mi hija, por la felicitación y por acompañarnos en este espacio de verdad y de mentira Á.
fiaris: siempre fiel a la cita, felicidades también a ti por tu sonrisa siempre disponible.
Un abrazo Á.
Flamenco, Flamenquito:
Gracias por todo, sobremanera por tu presencia permanente.
Un abrazo Á.
José Carlos Compañero, gracias por lo que me toca, espero verte pronto que estás muy ocupado...
Un abrazo Á.
TE FELICITO POR CADA MOMENTO DE INSPIRACIÓN Y SUFRIMIENTO.
NANDO
Nando: Gracias por entrar en este espacio. Bienvenidas sean tus felicitaciones.
Un abrazo. A.
Casi no llego. Buen relato de historias cotdianas, aunque en este caso, es tan especial!
Muchas felicidades por la parte que te toca, Ángeles.
Treinta besos por lo menos.
Tan hermoso, tierno y sensible como era de esperar de ti.
Felicidades a todas!!!!!!!
Cariños y buen fin de semana.
Querida Ángeles, tres hijos, tres momentos.
Más abrazos.
Hola Ángeles, muy dolorosa y real, la historia, es de los momentos más hermosos que vivimos las mujeres, a pesar del mal rato, al ver a nuestr@ niñ@ se nos olvida lo sufrido.
Abrazos, y buen fin de semana
ángeles, transmite las felicidades a la otra doliente, aunque ella no se acuerde.
¡Que ilusión que nos volvamos a ver pronto!
Isolda:
Otros treinta para ti, que sabes bien de lo que habla este sencillo relato.
Nos vemos en uno de estos blogs que frecuentamos Á.
Abuela Cyber: ¿Qué sería de nosostros si no intentaramos hacer uso de la belleza y la ternura.?.
tierno abrazo para ti de Á.
Verónica:
Duele pero se olvida, por suerte si o todas tendríamos nada más que un hijo
Un abrazo Á.
Felicidades a las dos.
Un beso
Gracias Josefina, felicidades tabién a ti que tienes otra generación más.
Un abrazo Á.
Que bonito y real relato, conseguistes emocionarme.
Felicidades Elena.
El 12 de Enero fui padre, y fue la experiencia más bonita de mi vida, a pesar de que mi mujer lo paso muy mal durante el parto.
Saludos y enhorabuena por tu blog.
Kurra, es tan sencillo y tan entrañable, que no hacen falta frases rimbombantes para cntarlo.
Me emociona haberte emocionado.
Gracias de parte de Helena y un abrazo para ti Á.
Bienvenido David, espero que te animes apasar or aquí aunque no se hable de política.
Tienes un niño de mes y medio, ya mantiene la cabeza erguida y seguro que os reconoce a su madre y a ti. A partir de ahora todo serán novedades, los dos primeros años fundamentales para su salud mental.
Que sepa siempre, ya mismo, quien le quiere y cuánto le quieren.
Un saludo Á.
Mi abrazo enorme para tí por este texto tan maravilloso,es la experiencia más hermosa que jamás se podrá describir con palabras.
Un besazo desde mi retiro obligado.
Besos.
Conmovedor y tierno texto. No hay dolor más gratificante que el del parto.
Un beso
No hay palabras, reflejas ese amor de madre, esa sensación hermosa regalándote la vida, una hija maravillosa, felicidades, precioso texto.
Te regreso enlazándote a mi blog.
Besos
Me ha encantado...Ojála que yo
algún día pueda expresar a mi
hija algo similar y olvidar dos
largos años de miedos y temores.
Felicidades a ámbas.
Un abrazo V.C.
Ángeles, con tu permiso, te dejo aquí el enlace de mi blog. Acabo de terminar de leer La última vuelta del scaife de Mercedes, aunque sé que aquí ya se habl odel tema, quiero plasmar mi opinión del libro entre los muchos lectores que adoramos a Mercedes.
Insisto, siempre con tu permiso.
Un besazo
Cita
http://carmenfrancoparrilla.blogspot.com/2011/03/la-ultima-vuelta-del-scaife-ultima.html#comments
El nacimiento de una nueva persona es siempre excitante. Si además esa persona ha estado dentro de ti las emociones siempre afloran. Ya ves, el único miedo del relato ya no es necesario. Cuántas veces avanzamos temores injustificados.
Pues el texto y la dedicatoria contituyen un excelente regalo de recuerdo a tu hija, lleno de amor y de sentimiento. Un abrazo.
Un relato de amor puro de madre a hija, sin lugar a dudas.
Te dejo muchos saluods desde Alemania.
Llevo un tiempo apartado de hacer visitas a los amigos. Poco a poco me volveré a poner al día. Ten un buen inicio de semana.
Saludos y un abrazo.
Hola, Ángeles y Mercedes:
Es este día especial, un abrazo para ti... ¡Felicidades Mujer!
Con cariño,
Rafael H.
Que texto más hermoso Angeles... hermoso y tierno e infinitamente vivo y entrañable, antes que nada, felicidades a las dos, felicidades a Helena por su cumpleaños y a tí por todos esos años de vida juntas desde que la pariste. Desde luego, no hay nada como un hijo, nada en el mundo como el amor y los sentimientos materno-filiales.
Besitos gordotes
¡Hola Ángeles! Es la primera vez que caigo por tu espacio, y la verdad es que enseña y me encanta este precioso. ¡Mi enhorabuena!
En primer lugar muchísimas felicidades a las dos, que cumpláis muchos más madre e hija.
Excelente texto! Que hace asomar a mi memora esos momentos en que me he sentido la mujer más feliz del mundo cada vez que nacía cada uno de mis cinco hijos.
Es una esperiencia y una sensación única, que solo lo sabemos las madres qué queremos mucho a los hijos.
Porque también hay la otra cara de la moneda, las que los tiran a un contenedor de basura.
Que Dios tenga piedad de ellas.
Perdona Ángeles, me enrollo y no paro. Un besin de esta gallega que te admira. Se muy feliz.
Que por cierto, fue lo mejor que me pudo pasar en la vida.
Me gustó leerte. Te sigo.
La lectura es agradable y comoda a mi forma de sentir, leer y apreciar. La historia es: esa plasmada con mucha sencillez y ternura. Y eso es lo importante.
Un beso Mercedes.
Perdona la ausencia.
Morgana
Gracias por leer y estar. Mejórate. Un abrazo A
Princesa; Dolor físico no esdolor espiritual, y uno alivia al otro.
un abrazo A.
Medianoche:
Es una suerte, sí y un amor. Un abrazo A
Vicen, todo llega, la adolescecia no es fácil y siempre acaba triunfando el amor.
A.
Tienes razón nines: qu3e alguien nazca ya es de por sí casi un milagro, y si se ha gestado dentro de ti...MARAVILLAç
besos Á.
curro:
muchas gracias por sus felicitaciones. Se las transmitiré a mi hija que este año se vaa ¡sentir especialmente bien.
Un abrazo Á.
Marisol:
Deja tu luz en Alemania como nos la regalas a nosotros con tu comenbtario.
Un abrazo Á.
Hiperión;
Bienvenido de nuevo, seguiremos en contacto si las urgencias nos lo permiten.
Un abrazo Á
Cita:
Mercedes es la protagonista de este blog aunque ahora estéalgo apartada, así es que todo lo que a ella se refiera será bienvenido.
Muchas gracias y un abrazo de A.
Gracias Rafael, con un día de retraso, en mi nombre y en de todas las mujeres que trabajamos, que somos todas.
Un abrazo Á
apm:
Todo el amor dado a uh hijo ( o aculaquiera), nos será devuelto de una u otra manera, estoy segura.
Un abrazo Á.
Gracias Marina por tu extenso comentario, desde Pontevedrea, tierra que adoro.
Nuestros hijos son el futuro de nnuestra generación, dentro de poco, los protagonistas del mundo. Cuanto más amor hayan recibido mejor irá el mundo .
Un abrazo y te espero otro día Á
Claudio:
Gracias por seguirnos y por decirlo. Un abrazo Á
Jose Joel:
Es un placer tenertye de nuevo por aqí.
Un abrazo Á.
Hola, Ángeles, ese momento en que te ponen al recién nacido en los brazos, después de llevarlo y notarlo crecer dentro del cuerpo y al compás de uno ha de ser increíble. Y lo has contado fantástico, Ángeles
Pequeño apunte querida Ángeles esos
dos largos años fuerón el embarzo y el primero y segundo años de vida.
Ahora no me puedo quejar aunque es
cierto que me ha quedado un poco de miedo a pesar de que ya es una mujer.
V.C.
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